La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno Vasco asegura que las expectativas de crecimiento de la facturación son mayores para los productos derivados de proyectos de economía circular que para los tradicionales.
Las ventas de productos y servicios de economía circular en Euskadi ascienden ya, según los últimos estudios, a 4.917 millones de euros, según explicó la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Elena Moreno, durante la celebración la semana pasada del Basque Ecodesign Meeting (BEM 2020), el principal congreso del sur de Europa relacionado con el ecodiseño.
La viceconsejera ensalzó “el papel crucial” de las empresas dedicadas al ecodiseño y la economía circular en la transición hacia una economía más eficiente en el uso de los recursos. En una reflexión sobre los ‘20 años de ecodiseño made in Euskadi’, Moreno remarcó que “la economía circular representa una oportunidad para las empresas”, y que “las expectativas de crecimiento de la facturación son mayores para los productos derivados de proyectos de economía circular que para los tradicionales”.
Un estudio encargado por la sociedad pública del Gobierno Vasco Ihobe indica que el 88% de las empresas vascas esperan realizar nuevas inversiones de aquí a 2025 en materia de ecoinnovación y equipos eficientes. Asimismo, señala que más de ocho de cada diez (85%) proyectos de productos de economía circular son económicamente rentables.
Un programa piloto de compra verde en el sector privado
La viceconsejera de Medio Ambiente anunció también un programa piloto “pionero” a nivel estatal con siete empresas y un clúster que durante este año impulsarán la compra verde en el sector privado. La idea es priorizar la contratación de proveedores de productos y servicios medioambientalmente sostenibles en el sector privado, una iniciativa que ya se encuentra ampliamente implantada en el sector público de Euskadi.
La prueba comenzará con empresas que forman parte del Basque Ecodesign Center -Iberdrola, CIE Automotive, EDP, Vicinay, Euskaltel y Ormazabal, junto con el clúster Aclima– con la idea de abrirlo al resto de empresas para que puedan adherirse voluntariamente. Las empresas crearán un plan anual de compra y contratación medioambientales, identificando compras y criterios ambientales, así como indicadores para evaluarlo, mientras que Ihobe elaborará un estudio sobre la compra sostenible y desarrollará una propuesta del modelo que podría extenderse en el sector privado vasco.
En el sector público, estos criterios ya están implantados con buenos resultados. Hoy en día más de 200 entidades públicas de Euskadi han incorporado ya los criterios medioambientales en sus contrataciones, con alrededor de 1.000 pliegos de compra realizados bajo estos parámetros. El objetivo para 2020 es lograr que la mitad de las contrataciones de productos, servicios y obras en sectores priorizados de la administración –vehículos, obra civil, limpieza, papelería, etc.- se realicen poniendo en valor aquellos con impacto ambiental reducido. Desde Ihobe destacan los “beneficios económicos, sociales y medioambientales” que esto supone.