Maria José Meseguer Penalva.
Doctora en Derecho, especializada en Derecho Ambiental.
TERRAQUI. Derecho Ambiental.
La economía circular requiere el cierre de los ciclos de vida de productos y para ello el eco-innovación de productos y servicios debe enfocarse de forma más intensa en la reparabilidad, durabilidad y reciclabilidad del producto. En este sentido, el Centro Común de Investigación de la CE ha creado un nuevo método para evaluar la eficiencia de los recursos de un producto, con un enfoque en la fase del ciclo de vida del producto al final de su vida, el cual permite el desarrollo del eco-diseño de productos y servicios hacia este enfoque.
La Unión Europea (UE) ha liderado el desarrollo de políticas para el uso sostenible de los recursos, y ello se refleja en los bajos niveles comparables de uso de recursos per cápita. En la Unión Europea, el Plan de Acción de Consumo y Producción Sostenible y de Política Industrial Sostenible (COM (2008) 397/3) tiene como objetivo fomentar el consumo y producción sostenible mediante la mejora del comportamiento medioambiental de los productos durante su ciclo de vida y la estimulación de la demanda de productos más sostenibles y tecnologías de producción. Además, hay una serie de políticas y medidas que se están llevando a cabo a nivel de la UE, nacional, regional y local, que tratan parte de la transición hacia una economía circular:
- La aplicación de la Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en recursos (COM (2011) 571), el séptimo programa de acción medioambiental – 7 ° PAM (Decisión nº 1386/2013/UE) y las recomendaciones de la Plataforma de Eficiencia de Recursos Europea;
- El avance de la bioeconomía en la configuración de la Estrategia Europea de Bioeconomía (COM (2012) 60) y los trabajos en curso de la Dirección General de Empresa e Industria, Dirección General de Agricultura, Dirección General de Investigación y la DG de Medio Ambiente para identificar nuevas cadenas de valor y los mercados en esta área;
Sin embargo, la eficiencia de los recursos en la Unión Europea es posible a través de la externalización de muchos recursos y el traslado intensivo de procesos industriales a otros países. Es decir, gran parte de la alta eficiencia de los recursos se lleva a cabo a través de la reubicación de las industrias sucias y la importación de muchos bienes que ahora se producen fuera de Europa, lo cual ayuda a evitar las presiones ambientales dentro de las fronteras europeas. Ello hace que la energía territorial y el uso de materiales, así como las emisiones sean comparativamente bajos. No obstante, cuando el uso y las emisiones de los recursos naturales se atribuyen al consumo final en Europa, la cantidad de recursos que se utiliza es más del doble y la eficiencia de los recursos es considerablemente menor.
En este contexto, las políticas hacia la economía circular no sólo implican la reducción de residuos y el aumento del reciclaje, sino sobre todo cerrar este ciclo en los ciclos de vida de productos. En este sentido, el eco-diseño debe enfocarse de forma más intensa en la reparabilidad, durabilidad y reciclabilidad del producto, y en nuevos modelos de negocio pioneros incentivando que los recursos se utilicen de manera más eficaz.
Para el desarrollo de la eco-innovación de productos y servicios que mejore la eficiencia de los recursos, los diseñadores de productos han tenido en cuenta los resultados derivados de la aplicación de un instrumento usado comúnmente para medir los impactos ambientales de un producto, que es el Análisis del Ciclo de Vida (ACV). No obstante, dichos resultados no necesariamente proporcionan información útil para los diseñadores de productos. Para responder a esta deficiencia informativa, el Centro de Investigación (JointResearch Centre) de la Comisión Europea ha desarrollado un nuevo método de cinco pasos para la evaluación de la eficiencia de los recursos de los productos (REAPro) y la mejora de la reutilización, el reciclado y la recuperación de material al final de la vida de un producto. Este método de evaluación de la eficiencia de los recursos de los productos permite la identificación y las pruebas de medidas prácticas para mejorar la eficiencia de los recursos, tanto a nivel de producto como de las posibles medidas de mejora en eficiencia:
- Caracterización de los productos – incluyendo datos sobre materiales, información sobre su desmontaje y posibles impactos ambientales sobre el ciclo de vida del producto.
- Evaluación de la eficiencia de recursos del producto – en términos de reciclaje, la reutilización y la recuperación de las piezas del producto y del producto, su impacto ambiental o los beneficios y el contenido de sustancias peligrosas.
- Identificación de los ‘puntos calientes’ del producto – partes clave del producto que puede ofrecer las mayores mejoras en la eficiencia de los recursos del producto.
- Análisis de los ‘puntos calientes’ para identificar medidas prácticas que podrían mejorar la eficiencia de recursos del ciclo de vida del producto. Estas medidas se prueban una vez más a través de los pasos 1 a 3, para ver si producen beneficios del ciclo de vida.
- La evaluación de las medidas que podrían mejorar la eficiencia de los recursos del grupo de productos.
Este nuevo método permitirá una mejora y desarrollo del eco-diseño de productos y servicios hacia un enfoque en la fase del ciclo de vida del producto al final de su vida de tal forma que cierre el ciclo de vida del producto.
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