El 80% de las aguas residuales mundiales no reciben un tratamiento adecuado para evitar la contaminación ambiental y la propagación de enfermedades, una situación que perjudica especialmente a los países menos desarrollados, según ha denunciado la ONU en un informe.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha reclamado a los gobiernos a que consideren el tratamiento de las aguas residuales una prioridad en la agenda del desarrollo que debe aprobarse para dar continuidad a los Objetivos Del Milenio (ODM), que concluyen este 2015.
“No podemos seguir consumiendo agua en cantidades cada vez mayores y verterla sin tratar en los ecosistemas de los que dependemos para mantener la vida”, insistió el secretario general del PNUMA, Achim Steiner. “Alrededor del 70% de los efluentes industriales en los países en desarrollo se vierten sin tratar. Y la eutrofización –producida por las aguas residuales y agrícolas– ha reducido la biodiversidad en ríos, lagos y humedales del mundo alrededor de un tercio, según recientes estimaciones”, añadió.
El informe “Gestión de Aguas Residuales” señala que el daño ocasionado por las aguas residuales a los ecosistemas y la biodiversidad es “grave”, y advierte que supone una seria amenaza para la salud humana y la actividad económica.
Se estima que las poblaciones urbanas se duplicarán en las próximas cuatro décadas, y 21 de las 33 megaciudades del mundo están en la costa, donde los vertidos de aguas sin tratar ponen más en riesgo el ecosistema.
El exalcalde de Barcelona y actual director ejecutivo de ONU-Hábitat, Joan Clos, dijo al respecto que “la gestión de aguas residuales debe ser parte fundamental de la planificación urbana y la legislación en el camino hacia ciudades habitables, saludables y productivas. La próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, Hábitat III, será una oportunidad para subrayar la importancia de la gestión eficaz de las aguas residuales y destacar el papel de las aguas residuales en la nueva agenda urbana”.
La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, la doctora María Neira, destaca que el uso informal y poco seguro de las aguas residuales puede poner en peligro la salud de los agricultores, las comunidades locales y los consumidores.
Según el informe, los países en desarrollo poseen sólo el 8% de la capacidad necesaria para tratar las aguas residuales de manera efectiva. Los países donde menos se tratan las aguas residuales son los del Sudeste Asiático, los de la zona del Mar Caspio, el Caribe y África.
En el caso de África subsahariana, el Informe sobre Agua y Saneamiento de 2014 publicó que más de 547 millones de africanos no tienen acceso a servicios básicos de saneamiento.
Enfermedades, muertes prematuras y absentismo escolar provocados por la contaminación del agua están costando miles de millones al año al Producto Interno Bruto (PIB) del continente, afirman fuentes de la ONU.