El municipio contará con dos depósitos en los que la ciudadanía podrá depositar aquellos objetos que estima que puedan ser aprovechado, como juguetes, libros, pequeños electrodomésticos, aparatos electrónicos, artículos del hogar, ropa o calzado.
El municipio vizcaíno de Balmaseda ha sido el último en sumarse al servicio para la reutilización de los residuos domésticos de pequeño tamaño, que comprende su recogida mediante la instalación de contenedores especiales instalados en la vía pública. El Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Bizkaia será la entidad responsable de organizar la gestión del nuevo servicio, que se prestará a través de la sociedad pública Garbiker.
Esta iniciativa, única en Europa, ayuda a impulsar una política efectiva de prevención de residuos, pues permite la recogida y reparación –si es necesaria– de estos objetos para su posterior reutilización.
Esta propuesta nació en el seno de la Red Social Koopera, que en marzo de 2011 emprendió una experiencia piloto en la Mancomunidad de Servicios de Uribe Kosta, Getxo y Santurtzi, y que posteriormente se ha ido extendiendo a otros municipios vizcaínos. Se pretende así alcanzar los más altos objetivos posibles en el ámbito de la reutilización, segundo escalón en la jerarquía europea de residuos, tras la prevención y por encima del reciclaje.
Se trata de un modelo innovador, al plantear una solución integral en el ámbito de la recuperación de residuos. El proceso comienza con la recogida –en el caso de Balmaseda se realizará una vez por semana–, continúa en el Centro de Manipulación y Tratamiento, ubicado en Mungia, donde los objetos depositados por los ciudadanos en los contenedores se acondicionan y se preparan para su reutilización, y culmina en la posterior venta en mercados de segunda mano.
La planta de Mungia representa una apuesta por la reutilización y reciclaje como medio para crear empleo entre los sectores más desfavorecidos, minimizar la generación de residuos, así como amparar proyectos de cooperación al desarrollo en otros países.
El contenedor “para todo”
En este contenedor de la reutilización, la ciudadanía puede depositar “todo” aquello que estime que pueda ser aprovechado y reintroducido en el ciclo de consumo después de un proceso de tratamiento.
En el contenedor caben juguetes, libros, pequeños electrodomésticos y aparatos electrónicos, artículos de hogar, ropa, calzado, teléfonos móviles, cazuelas, muñecas, lamparitas… Artículos que desencadenan un volumen alto de generación de residuos y que muchas veces acaban en el contenedor de la basura en masa, encuentran de esta forma su adecuada gestión ambiental.
Además, este contenedor ofrece a los ayuntamientos una mejora en su gestión del espacio público, con un único depósito para una gran variedad de residuos, y a los ciudadanos les facilita la correcta gestión de estos residuos más pequeños sin tener que desplazarse hasta los puntos limpios, normalmente situados en las afueras o en zonas alejadas de los centros urbanos.