Tendrá lugar en Barcelona y para participar los corredores deberán entregar al menos 20 pilas usadas para su reciclaje.
Cientos de personas de todas las edades se congregarán el próximo domingo 23 de febrero en el anillo olímpico de Montjuïc (Barcelona) para participar en la primera carrera de orientación por equipos “Recicla les piles i a córrer”. Esta iniciativa, pionera en España, está organizada con la colaboración del INEF de Cataluña, ERP (European Recycling Platform), ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor), ARC (Agencia de Residuos de Cataluña) y AMB (Área Metropolitana de Barcelona).
La carrera cuenta con una particularidad: para participar gratuitamente los corredores deben entregar un mínimo de 20 pilas usadas por equipo. ERP, entidad sin ánimo de lucro que gestiona la recogida y reciclado de estos residuos en toda Europa, transportará las pilas que se recojan hasta la planta de tratamiento, donde se procederá al correcto reciclado de sus componentes.
El objetivo de la carrera es concienciar a la sociedad sobre la importancia que tiene el reciclado de las pilas usadas para el medio ambiente y la salud. Con ese fin, mayores y pequeños van a poder disfrutar de una divertida jornada de deporte en una carrera de orientación que contará, además, con varias pruebas relacionadas con el ciclo de vida de estos residuos.
Se trata de la primera carrera para la concienciación sobre el reciclado que ERP organiza en España. En otros países, como Italia o Portugal, este tipo de iniciativas llevan años desarrollándose con éxito.
La importancia de reciclar pilas
Las pilas son residuos que, a pesar de su pequeño tamaño, pueden resultar altamente contaminantes. Algunos de sus componentes como el zinc, el mercurio, el cadmio o el plomo son peligrosos, y por ello la correcta gestión de su reciclado resulta esencial. Por poner un ejemplo, una pila botón de mercurio no depositada en el contenedor adecuado puede filtrar su contenido al subsuelo, algo que potencialmente puede contaminar hasta 600.000 litros de agua, un volumen equivalente al consumido por 10 personas a lo largo de toda su vida.
El hecho de que una pila acabe en el vertedero por no haber sido reciclada adecuadamente repercute de forma directa en el medio ambiente, no solo por la liberación de compuestos indeseados, sino también porque no se pueden recuperar los metales que contienen, que suponen de media el 60% del peso de la pila.