Ingentes cantidades de plástico en todo el mundo terminan aún en los vertederos, los océanos o se incineran en instalaciones obsoletas y sin ningún tipo de control sobre las emisiones contaminantes. Un informe del Worldwatch Institute propone mejorar la gestión de este material a lo largo de todo su ciclo de vida.

Entre el 22y el 43% de todo el plástico que se usa en el mundo termina en los vertederos
Los vertederos de todo el mundo siguen recibiendo enormes cantidades de residuos plásticos. Foto: Samuel Mann (cc)

Durante los últimos 50 años, la producción global de plásticos ha experimentado un constante crecimiento. En 2013 se produjeron en todo el mundo unos 299 millones de toneladas de plástico, un 4% más que en 2012. La recuperación y el reciclaje de este material, sin embargo, resulta aún insuficiente, y millones de toneladas de plástico terminan cada año en los vertederos y en los océanos, según un documento de análisis del Worldwatch Institute, organización dedicada a la investigación y el análisis de temas medioambientales a escala planetaria.

El uso del plástico –obtenido fundamentalmente a partir del petróleo– como material duradero que ha ido reemplazando gradualmente otros materiales como el cristal o el metal en multitud de aplicaciones, está detrás de este crecimiento constante de su producción.

Hoy, el ciudadano medio de Europa Occidental o Norteamérica consume unos 100 kg de plástico al año, la mayor parte en forma de envase o embalaje. En Asia, sin embargo, se usan alrededor de 20 kg por persona, aunque se estima que esta cifra crecerá rápidamente, en sintonía con la expansión de las economías de la región.

Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), entre el 22 y el 43% de todo el plástico que se usa en el mundo termina en los vertederos, desaprovechándose como recurso, ocupando grandes grandes cantidades de espacio y contaminando el medio ambiente.

Reciclaje e incineración

La recuperación del plástico de la corriente de residuos para su reciclaje, o en su defecto para su valorización energética, puede minimizar notablemente estos problemas.

China recibe el 56% de las importaciones de residuos plásticos que se producen en todo el mundo. Se sospecha que la mayor parte se reprocesa en instalaciones de baja tecnología

Sin embargo, grandes cantidades del plástico recogido para su reciclado acaban enviándose de alguna forma a países con una regulación medioambiental muy laxa o casi inexistente. Y la combustión de este material para producir energía requiere de estrictos controles de las emisiones y produce residuos problemáticos, como son las cenizas, al tiempo que su eficiencia resulta relativa, y muchas veces insuficiente.

Gran parte de la fracción plástica procedente de Estados Unidos, Europa y otros países con sistemas de recogida selectiva se envía a China, que recibe el 56% (en peso) de las importaciones de residuos plásticos que se producen en todo el mundo. Según relata en su análisis Gaelle Gourmelon, director de Marketing y Comunicación del Worldwatch Institute, existen indicios que sugieren que la mayor parte de estos residuos plásticos importados se reprocesan en instalaciones de baja tecnología, sin los correspondientes controles de protección medioambiental ni los sistemas de tratamiento adecuados para la eliminación de contaminantes o la depuración de las aguas residuales.

Existe también preocupación por el hecho de que estos plásticos de baja calidad no son reutilizados y son vertidos o incinerados en plantas que carecen de sistemas de control de la contaminación del aire. A través de la estrategia conocida como Valla Verde, el Gobierno chino empezó en 2010 a trabajar en la reducción del número de instalaciones irregulares.

Contaminación de los océanos

Por otro lado, entre 10 y 20 millones de toneladas de plástico terminan cada año en los océanos. Un reciente estudio –que el propio Worldwatch Institute califica de “conservador”– estima que alrededor de 5,25 billones de partículas de plástico o microplásticos, con un peso total de 268.940 toneladas, flotan actualmente en los mares y océanos de todo el mundo. Se calcula que estos residuos plásticos causan daños a los ecosistemas marinos por valor de 13.000 millones de dólares anuales, incluyendo las pérdidas económicas en los sectores de la pesca y el turismo, así como el tiempo y trabajo dedicado a la limpieza de playas. Y es una estimación a la baja.

Animales como las aves marinas, delfines y otros peces pueden enredarse entre estos residuos plásticos o ingerirlos al confundirlos con comida, y los trozos flotantes pueden transportar microbios, algas, invertebrados y peces hasta regiones no nativas de esas especies, afectando a los ecosistemas locales.

Sopesar pros y contras

Las empresas deberían hacer un mayor uso de plásticos reciclados, y los gobiernos regular la cadena de suministro de plástico para promover y supervisar su reciclaje

Los beneficios ambientales y sociales de los plásticos deben ser sopesados con los problemas que la durabilidad y el alto volumen de este material presentan en el flujo de residuos.

Los plásticos ayudan a reducir el desperdicio de alimentos manteniendo los productos frescos por más tiempo, permiten la fabricación de equipos médicos y sanitarios, reducen el volumen y peso de los envases y embalajes en comparación con otros materiales, mejoran la eficiencia en el transporte, y tienen un gran potencial de uso en el campo de las energías renovables. Pero los residuos plásticos y los aditivos tóxicos que muchas veces incorporan los productos plásticos –incluyendo colorantes, retardantes de llama y plastificantes (tales como el bisfenol A o BPA)– están aumentando la sensibilización de los consumidores, que demandan materiales más sostenibles.

En su informe, Worldwatch Institute propone una serie de medidas para afrontar el problema: junto a la reducción del consumo innecesario de plástico, la búsqueda de alternativas de empaquetado más ecológicas y la mejora del diseño de los productos y embalajes para usar menos plástico, podrían abordarse otros muchos retos asociados con los plásticos mediante la mejora de la gestión del material a lo largo de todo su ciclo de vida.

Las empresas y los consumidores podrían aumentar su participación en la recogida para avanzar hacia una cadena de suministro de recuperación de residuos plásticos, y las empresas deberían hacer un mayor uso de plásticos reciclados. Los gobiernos, por su parte, deben regular la cadena de suministro de plástico para promover y supervisar su reciclaje.

Algunos aspectos que destaca el informe sobre la producción mundial de plásticos y la gestión de sus residuos son:

  • Alrededor del 4% del petróleo que se consume en el mundo cada año se utiliza para fabricar plástico, y otro 4% se usa como energía en los procesos de fabricación de plástico.
  • En Europa, en 2012, se recicló el 26% de los plásticos posconsumo producidos (6,6 millones de toneladas), mientras que el 36% se incineró para producir energía. El 38% restante se envió a los vertederos.
  • En los Estados Unidos, en 2012, se recicló únicamente el 9% de los residuos plásticos (2,8 millones de toneladas) y se desecharon 32 millones de toneladas.

3 Responses to “El reciclaje no da abasto con la producción mundial de residuos plásticos”

  1. Manuel, Responder

    El problema del plástico es uno de los más urgentes que tiene a día de hoy la Humanidad. Ya no puedes ir al mar sin ver plásticos en la arena y en el agua.

    Más info en : http://plasticfreeoceans.blogspot.com.es/

  2. Jairo Graciano, Responder

    Quisiera saber si alguna persona sabe sobre la separacion de los diferentes tipos de plasticos :polietileno,polipropileno,pvc y otros mediante algun proceso economico, por dencidades de algunos liquidos.

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