La Universidad de Salamanca acogió el pasado viernes el ‘I Encuentro Edafológico’ de la delegación de Castilla y León de la Sociedad Española de Ciencia del Suelo
La Universidad de Salamanca celebró el ‘I Encuentro Edafológico’ de la delegación de Castilla y León de la Sociedad Española de Ciencia del Suelo, una cita que ha servido para los científicos de la región unan sus fuerzas, así como para conocer las principales líneas de investigación en este campo. Una de ellas es la utilización de carbón procedente de biomasa vegetal para mejorar la fertilidad del suelo. El objetivo principal de esta práctica agrícola sería “secuestrar carbono” para evitar emisiones de gases a la atmósfera que agraven el cambio climático.
Josep María Alcañiz, presidente de la delegación catalana de la Sociedad Española de Ciencia del Suelo, ha protagonizado la reunión con una conferencia sobre este tema. “El carbón es un material muy estable en el tiempo, de manera que si se incorpora al suelo, el carbono queda fijado y no se emite a la atmósfera”, ha explicado en declaraciones a DiCYT, “es una de las propuestas que existen para mitigar los efectos del cambio climático por el incremento de las concentraciones de CO2”.
En concreto, este científico desarrolla en la actualidad un proyecto de investigación que consiste en aplicar distintos tipos de ‘biochar’ (término inglés de biocarbón) a suelos para estudiar sus efectos. “Hemos observado que el biocarbón mejora la retención de la humedad, que es un aspecto importante para la agricultura de los suelos mediterráneos, en la que el agua es un factor limitante de la producción; y también mejora la retención de determinados nutrientes”, apunta. Sin embargo, estas ventajas “no suponen resultados espectaculares en cuanto a producción”.
Estas prácticas con carbón vegetal aún se encuentran en fase de investigación y “quizá se han dado unas expectativas desproporcionadas en relación a los resultados que se pueden obtener”, reconoce Alcañiz, sobre todo por las dificultades que entrañaría su aplicación masiva.
500 científicos
Jaime Porta, presidente de la Sociedad Española de Ciencia del Suelo, ha destacado que “el suelo es un recurso natural no renovable a corto plazo”, muy importante para la agricultura, pero también para los ecosistemas y para la vida del planeta. Además del secuestro del carbono, otras líneas de investigación de los aproximadamente 500 científicos que son socios de esta entidad son la nutrición de las plantas, la contaminación de suelos, la descontaminación de suelos en zonas de minería o la rehabilitación de suelos en zonas afectadas por actividades humanas.
“Queremos que las personas que trabajen en un mismo ámbito geográfico se conozcan y creen sinergias entre ellos a efectos docentes y de captación de recursos para proyectos de investigación”, ha comentado Porta en relación a la cita de hoy. Hasta ahora, las delegaciones “más activas” han sido las de Cataluña y Galicia y por primera vez Castilla y León organiza un encuentro científico de sus expertos en suelo.
La edafología o ciencia del suelo incluye a químicos, geólogos, ingenieros agrónomos, ingenieros de monte, biólogos. En Castilla y León la sociedad sólo cuenta con 31 miembros y Salamanca es la ciudad más importante no sólo por los investigadores de la universidad que se dedican a este ámbito, sino también por la presencia de Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro del CSIC).
“La idea es que nos conozcamos y nos relacionemos para pedir proyectos de investigación entre distintas universidades”, ha señalado Fernando Santos, vicepresidente nacional y presidente de la delegación de Castilla y León. Además del secuestro de carbono, Santos ha destacado como línea de investigación de los expertos regionales la contaminación, ya que “se conoce muy poco de cómo tenemos los suelos”, sobre todo los agrícolas y los cercanos a las industrias.