La Eurocámara aprueba límites más estrictos a los COP y los residuos que los contengan deberán ser eliminados, sin posibilidad de que sean reciclados.
Con el fin de crear un entorno libre de tóxicos y una verdadera economía circular, el Parlamento Europeo aprobó el pasado martes nuevas normas para imponer límites más estrictos a los contaminantes orgánicos persistentes (COP) y gestionar los residuos que los contienen.
Aunque los contaminantes orgánicos persistentes no suelen estar presentes en los productos nuevos, sí pueden encontrarse en los residuos y, por tanto, suponen una amenaza para el medio ambiente y la salud humana. Para proteger la vida circular de los productos, los materiales que contengan niveles de COP superiores a los nuevos límites de concentración tendrán que ser destruidos y no podrán ser reciclados.
Con ello se pretende garantizar que las normas de la UE se ajusten a las obligaciones internacionales, sobre todo al Convenio de Estocolmo sobre los COP, y al Pacto Verde de la UE, en particular la ambición de un medio ambiente libre de tóxicos y una verdadera economía circular.
Tras la votación, el eurodiputado eslovaco Martin Hojsík, afirmó que «nuestro objetivo es proteger nuestra salud y el medio ambiente y garantizar una economía verdaderamente circular, libre de productos químicos tóxicos. El resultado de las negociaciones con los Estados miembros es un paso en la dirección correcta. Hemos mostrado nuestro compromiso con la aplicación del Convenio de Estocolmo, que es claro: la única manera de hacer frente a los COP -una de las sustancias químicas más peligrosas que conocemos- es trabajar para eliminarlos».
Una vez adoptadas formalmente por el Consejo, las nuevas normas se aplicarán seis meses después de su publicación en el Diario Oficial de la UE.