Coordinado por Aimplas, el proyecto desarrollará una solución para el fin de vida de estos materiales alineada con la economía circular, que permita al sector mejorar su sostenibilidad medioambiental.
En previsión de un fuerte crecimiento en las próximas décadas, el sector aeronáutico trabaja en el desarrollo de tecnologías prometedoras que permitan minimizar su impacto sobre el medio ambiente. En este sentido, los composites de altas prestaciones se han consolidado como una de las claves para la reducción de peso de las aeronaves y por lo tanto en una reducción de su consumo de combustible y de sus emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, el sector también ha abordado el desarrollo de biocomposites que emplean fibras naturales como refuerzo y resinas procedentes de fuentes renovables.
A pesar de todas las ventajas de estos compuestos de altas prestaciones, en ninguno de los casos existe una solución eficiente para su gestión cuando al llegar al final de su vida útil se convierten en un residuo. Su heterogeneidad y naturaleza termoestable hacen complicada su recuperación, más aún en el caso de los biocomposites por la novedad del material y porque a diferencia de los composites convencionales no contienen fibras de carbono con un alto valor de mercado.
Con el objetivo de desarrollar nuevas tecnologías de reciclado a un coste eficiente y que permitan a la industria aeronáutica garantizar la sostenibilidad de sus componentes, Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, coordina el proyecto europeo ELIOT. El proyecto, que arrancó el pasado mes de julio y tiene una duración de 32 meses, también cuenta con la participación del centro holandés TNO y durante su desarrollo se van a analizar distintos métodos de reciclado, desde el mecánico, hasta el térmico, pasando por el químico y el biológico.
En la búsqueda de nuevas soluciones alineadas con la economía circular para lograr la recuperación de los biocomposites, el proyecto va a llevar a cabo una revisión de las tecnologías actuales de reciclado de composites para analizar las alternativas más factibles para posteriormente adaptarlas a las características de los biocomposites y probarlas a escala de laboratorio. Por último, el proyecto prevé demostrar su viabilidad técnica a escala preindustrial.
El proyecto ELIOT ha recibido financiación del programa europeo de investigación e innovación Horizonte 2020 en el marco de la Clean Sky Joint Technology Initiative.