El nuevo real decreto de vehículos al final de su vida útil incorpora la certificación de personas acreditada por ENAC, u otro organismo similar, para la gestión de estos residuos, y especialmente de las baterías.
El pasado mes de abril se publicó en el BOE el Real Decreto 265/2021, sobre el final de la vida útil de los vehículos, con el objetivo de establecer las medidas destinadas a la reutilización, el reciclado y otras formas de valorización de los vehículos al final de su vida útil, así como de prevenir la generación de residuos procedentes de ellos.
Según se establece en el texto del nuevo real decreto, los profesionales de los centros autorizados de tratamiento (CAT) de vehículos que se encarguen de manipular vehículos eléctricos o híbridos deberán demostrar su capacitación para operar de manera segura sobre estos vehículos y sus componentes, sobre todo en lo relacionado con la extracción de las baterías de los mismos, que supone un reto en materia de seguridad al implicar trabajos en alta tensión.
Para demostrar sus competencias, el personal cuenta con dos opciones: o bien disponer de un título de formación profesional que otorgue competencias en instalación, montaje o mantenimiento de instalaciones, líneas eléctricas o electricidad del vehículo o titulación equivalente; o bien poseer una certificación otorgada por una entidad acreditada para la certificación de personas por ENAC o cualquier otro Organismo Nacional de Acreditación (…) de acuerdo a la norma UNE- EN ISO 17024.
El reconocimiento de la certificación de personas acreditada para este perfil profesional por parte del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática es una muestra más de cómo la acreditación puede ayudar a controlar la gestión de residuos de cara a un mejor desempeño ambiental.
Certificación de personas acreditada
Por medio de este nuevo real decreto, la Administración española manifiesta la confianza depositada en la acreditación de ENAC como herramienta para garantizar la competencia y seguridad de los profesionales que desempeñan su actividad en el sector de los centros autorizados de tratamiento de vehículos en el final de su vida útil.
La certificación de personas es un instrumento cada vez más utilizado por administraciones de todo el mundo para aportar mayor confianza sobre la competencia de determinadas personas para ejecutar ciertas actividades. Este incremento de la confianza se logra a través de un proceso de evaluación y reevaluaciones periódicas de la competencia de los profesionales certificados, que está globalmente aceptado y que está descrito en la norma UNE-EN ISO/IEC 17024.
Esta herramienta da respuesta a la aparición de nuevos nichos laborales, que requieren competencias específicas no resueltas por la formación reglada tradicional. Es, además, una herramienta de autorregulación de profesiones no reguladas, al aumentar el nivel de exigencia y dificultar así el “intrusismo” y el fraude.