La planta papelera ubicada en Lourizán reutilizó, recicló o valorizó energéticamente el 99,1% de sus residuos el año pasado, según afirma la empresa en un comunicado.
La fábrica de pasta de papel de Ence en Pontevedra ha recibido esta semana el certificado medioambiental Residuo Cero que otorga AENOR a aquellas organizaciones que llevan a cabo una gestión más eficiente de sus residuos y que son capaces de valorizarlos.
El director de la planta de Pontevedra, Paulo Gaia, junto con el director de Calidad y Medioambiente, Carlos Casas, han sido los encargados de recoger este reconocimiento que solo ostentan cinco compañías en toda España.
La certificado AENOR acredita que Ence valoriza todas sus fracciones de residuos, evitando que estos tengan como destino final el vertedero. Un compromiso que también se ha visto reconocido desde el ámbito internacional, con la concesión de la Distinción Oro de la Comisión Europea y la ecoetiqueta Nordic Swan, sello ecológico oficial de los gobiernos escandinavos.
En el caso de Ence, la planta de Lourizán valorizó en 2018 el 99,1% de sus residuos. A través de su reutilización, reciclado o valorización energética, la fábrica, no solo evitó que estos materiales acabaran en vertederos, sino que los reintrodujo en su cadena de valor, dándoles una nueva vida.
La concesión de este certificado se enmarca dentro del modelo de economía circular, ya que promueve una gestión adecuada de los residuos a través del aprovechamiento responsable, eficiente y sostenible de los recursos.
En todo el proceso de producción de la celulosa, la planta de Ence produce y opera con materiales reciclables. Al mismo tiempo, genera energía eléctrica renovable a partir de la biomasa que no se destina a la producción de celulosa, utilizando para ello la lignina, un componente de la madera que constituye un excelente biocombustible renovable y natural.