Una estudiante mexicana de Diseño Industrial ha creado nuevos recipientes sostenibles que se degradan en unas semanas y pueden sustituir al plástico o el poliestireno en el envasado de alimentos para consumo inmediato.
Lilian López Conde, estudiante de Diseño Industrial en el Tecnológico de Monterrey en Puebla (México), ha creado empaques biodegradables para comida de consumo inmediato con la finalidad que el usuario disminuya su huella ambiental.
Su idea la propuso a la empresa Quilibrate, que se dedica a la preparación de alimentos saludables que apoyan el consumo local en favor del medio ambiente y la economía regional.
La alumna comentó que se trata de recipientes hechos a partir de papel reciclado, triturado y mezclado con semillas para que al ser desechados generen nuevas plantas; además, el tiempo de degradación es de tan solo unas semanas.
La investigadora señaló que en los comercios donde se venden comidas de consumo inmediato y sano como ensaladas, sándwiches y colaciones de frutas secas, las envasan o preparan en recipientes de plástico o unicel (poliestireno), cuyo tiempo de uso es de apenas 30 minutos a dos horas, mientras que su tiempo de degradación está entre 100 a 150 años.
López Conde explicó que la empresa Quilibrate busca impulsar la economía regional, por lo que se dieron a la tarea de conseguir empaques biodegradables que se produzcan en Puebla, pero no encontraron ninguno que cumpliera con las características requeridas.
Dicha situación llevó a Lilian López a investigar acerca de los materiales que pudieran sustituir al plástico y el poliestireno. «Mi propuesta consta de dos tipos de recipientes: un tazón para ensaladas en el que además se utilizaría como material impermeable una hoja de plátano, que se desinfecta como las verduras; y cucuruchos que servirán para las colaciones de frutas secas», describió.
Además, la materia prima para la elaboración de dichos empaques es el papel que genera la propia empresa Quilibrate, y sus clientes recibirán beneficios por donar papel para su fabricación de manera artesanal por Lilian López.
Actualmente, el desecho de empaques de papel y plástico en los que se venden los alimentos de consumo inmediato contribuyen a las 1.600 toneladas de basura diaria que se recogen en la ciudad de Puebla, de los que apenas el 3% se recicla, de acuerdo con datos del Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL) de Puebla.
Otra de las problemáticas que descubrió la alumna del Tec de Monterrey fue que los empaques son más grandes de lo necesario, es decir, que no tienen la forma del alimento, por lo que a simple vista se observa que hay ‘desperdicio’ de espacio y por ende de material; son bolsas que además requieren etiquetado o bien contienen algún metal como el aluminio.
Los envases de papel reciclado proponen “brindar una opción de material biodegradable para empaques de comida rápida cuyo uso real no va más allá de dos horas, además de potenciar el uso de los objetos cumpliendo su función durante el tiempo destinado evitando que sea altamente duradero”, como sucede actualmente, puntualizó Lilian López.
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