Ante el aumento de este tipo de residuos a raíz de la crisis sanitaria, el centro tecnológico Ainia apuesta por impulsar el uso de materiales más sostenibles para el packaging.
La actual crisis provocada por la COVID-19 está poniendo de relieve el protagonismo de los envases como medio para proteger los alimentos y a los consumidores. Desde que se inició la pandemia, el centro tecnológico AINIA está observando una evolución del packaging hacia un tipo de envase dirigido hacia e-commerce, el uso de monodosis para el canal Horeca y el aumento de envases plásticos de un solo uso.
Además, esta tendencia se produce en un contexto en el que se impone criterios de sostenibilidad como elemento común en el desarrollo del envasado alimentario, como consecuencia la evolución marcada por Europa para la reducción del impacto de ciertos plásticos en el medio ambiente, en concreto la la Directiva de plásticos de un solo uso, o SUP (single-use plastics), de la Comisión Europea.
Envases de un solo uso
Desde la perspectiva del consumidor final, los envases reutilizables pueden trasmitir inseguridad, razón por la que durante esta crisis sanitaria ha aumentado el uso de plásticos de un solo uso. Además, se está produciendo un aumento del consumo de alimentos fáciles de preparar, de productos listos para consumir (Ready-To-Eat).
Ante este contexto de demanda, cabe recordar que el 3 de julio del año que viene entra en vigor la Directiva SUP, por lo que es necesario buscar soluciones más sostenibles. “Este cambio en los hábitos de consumo ha incrementado la demanda de materiales más sostenibles con altas prestaciones”, subraya José Ángel Garde, técnico del Departamento de Tecnologías de Producto y Procesos de Ainia.
Como aspecto coyuntural, Garde destaca que “el aumento de la disponibilidad de petróleo por su bajo consumo ha llevado a una disminución del precio de los materiales vírgenes y a un aumento de precio de los materiales reciclados. También los materiales celulósicos han aumentado sus precios por su protagonismo en el comercio online”.
Dosis individuales para el canal HORECA
Igualmente se observa que esta crisis está limitando el uso de condimentos compartidos en el canal HORECA. La tendencia es clara, y se dirige hacia el uso de monodosis. Garde apunta que este tipo de envases, al finalizar su vida útil, generalmente están “manchados con residuos de alimentos, lo que dificulta su posterior reciclado, a lo que se suma la dificultad en la separación de otros tipos de plástico debido a la pequeña cantidad que representan”. En este campo, “se abre una puerta a materiales más sostenibles como, por ejemplo, los procedentes de fuentes renovables o biodegradables”, explica.
Packaging para e-commerce
En los últimos meses se ha podido ver también un crecimiento del comercio electrónico y otros servicios de entrega a domicilio. Crecimiento que se espera continúe, según distintos agentes de la distribución alimentaria. El e-commerce implica la necesidad de embalajes apropiados para prevenir daños en el producto transportado y adaptados a los canales de distribución.
Además, con el objetivo de reducir materiales, se ha tendido hacia una integración de los envases primarios y secundarios. Un punto a tener en cuenta es que el tamaño del envase tiene que estar adaptado al producto para minimizar los elementos de amortiguación -tipo expandidos o almohadillas de aire-, apunta José Ángel Garde. Un campo, el del packaging destinado al comercio electrónico, que abre un nicho para materiales biobasados, reciclables o procedentes de material reciclado.
Materiales más sostenibles
Fruto de estas tendencias, “se está produciendo un aumento en el consumo de materiales de envasado que, conjugado con la confirmación por parte de la Comisión Europea de seguir con la transposición de la Directiva SUP, vemos que todas las medidas relacionadas con favorecer la sostenibilidad de los materiales de envase son más necesarias que nunca”, según Garde. El ecodiseño, el uso de materiales alternativos a los convencionales, la simplificación de las estructuras multicapa, la incorporación de material reciclado o la mejora de la reciclabilidad global del conjunto del sistema de envasado, son algunas de ellas.
En este sentido, “en AINIA estamos trabajando en una importante línea de I+D+i en envases sostenibles, bioplásticos, ecodiseño y diseño funcional, y sobre la interacción del envase con el producto, con el apoyo del IVACE, a través de una línea de financiación para centros tecnológicos”, finaliza Garde.