La empresa provincial ha contratado a una firma externa especializada en el control de los servicios públicos. Mediante el uso de nuevas tecnologías se controlará cualquier aspecto o incidencia relacionada con la recogida de residuos.
La Empresa Provincial de Residuos y Medio Ambiente de la Diputación de Córdoba (Epremasa) ha implantado un sistema pionero para controlar la calidad de los servicios urbanos de gestión de residuos. De esta forma, se pretende resolver “una carencia que había, ya que dado el gran volumen de contenedores de Epremasa y los servicios que prestamos se hacía insuficiente el control mediante la observación directa”, explicó el presidente de la empresa pública Julio Criado.
Criado manifestó que se trata de “un paso cualitativo muy importante porque, aunque en otras empresas de servicios el control de calidad está muy interiorizado, en las empresas de gestión de residuos no lo está tanto; no hay ninguna otra empresa que dedique tantos recursos económicos, materiales y humanos a ver cómo presta sus servicios”.
Será una empresa externa e independiente, SGS Tecnos, la que se encargará de dar este servicio a partir del 1 de noviembre, ya que, según explicó Criado, “entendíamos que nosotros mismos no nos podíamos controlar, sino que se ha adjudicado a una empresa dedicada a esto a nivel nacional, una de las 4 o 5 empresas consultoras más solventes y que nos da plenas garantías”. La partida destinada a este servicio de control de calidad será de 150.000 euros anuales.
Evaluación de distintos parámetros
Del funcionamiento del sistema, el diputado provincial explicó que “en cada servicio (recogida, mantenimiento, lavado, etc.) se evalúan una serie de ítems”. Así, en la recogida de los distintos tipos de contenedores se evalúan, entre otros aspectos, la ubicación en el elevador, el accionamiento de los frenos, el cerrado de la tapa, la limpieza de la ubicación o el posicionamiento tras la recogida. En cuanto al mantenimiento, se observa el estado del buzón o la tapa, el estado de la plataforma peatonal y el cuerpo del contenedor, el correcto estado del tag, el tiempo de respuesta a otras incidencias, etc. En definitiva, cualquier incidencia que afecte a la calidad del servicio de recogida de residuos.
Criado subrayó que se ha estimado la necesidad de realizar unas 21.720 inspecciones anuales para el control de calidad del parque de contenedores, que asciende a 13.598 (10.566 de ruedas, 2.191 de tipo iglú y 841 contenedores soterrados,) y una cifra total de operaciones de recogida que supera los 2,6 millones (de los que 2,3 millones son de recogida de fracción resto, 230.197 de envases ligeros, más de 50.000 de papel/cartón y más de 6.400 de vidrio. En cuanto a las operaciones de lavado de contenedores, la cifra asciende a 235.737.
el presidente de Epremasa recordó que en este sistema de control de calidad de los servicios resulta fundamental la aplicación de las TIC. En este sentido, señaló que “todos los contenedores van equipados con tag, los vehículos de recogida llevan el hardware y software para transmitir en tiempo real mediante 3G y sistemas de identificación por radiofrecuencia (RFID), y además, transmitimos fotografías de las deficiencias, lo que nos permite tener una trazabilidad integral de la inspección para conocer en tiempo real todas las incidencias”.