Investigadores han desarrollado una película transparente a base de gelatina derivada de las escamas de pescado como una alternativa prometedora al plástico en el campo de la electrónica flexible.
Las pantallas electrónicas flexibles y temporales pueden algún día hacer posible que luzcamos un tatuaje brillante o comprobemos una lectura, como la de un cronómetro, directamente sobre la piel. Sin embargo, en su forma actual, esta tecnología depende generalmente del plástico. Ahora, nuevas investigaciones de ACS Nano describen una forma de fabricar estas pantallas -que probablemente se desecharían después de un solo uso- más respetuosas con el medio ambiente, utilizando un recurso abundante y biodegradable: las escamas de pescado.
Dentro de estas pantallas, los componentes conductores de electricidad y emisores de luz se colocan en capas sobre una película transparente. Para que sean lo suficientemente flexibles como para soportar la flexión necesaria para permanecer sobre la piel u otras superficies blandas, los investigadores se han basado hasta ahora en películas de plástico, una sustancia derivada de los combustibles fósiles, un recurso limitado y una fuente de contaminación. Los investigadores querían encontrar un material más sostenible y respetuoso con el medio ambiente para la película, y se decidieron por la gelatina derivada del colágeno de las escamas de pescado, que normalmente se desecha.
Después de preparar una solución de gelatina de las escamas de pescado, la vertieron en una placa de petri que actuó como molde para la película mientras se secaba. En las pruebas, descubrieron que la película tenía los atributos, incluyendo la flexibilidad y la transparencia, necesarios para su uso en dispositivos portátiles. También parecía improbable que la película termine en los vertederos: Se disolvía en segundos en agua caliente e incluso podía ser reciclada en una nueva película. Cuando se enterró en el suelo, se degradó en 24 días.
El equipo utilizó finalmente la película para construir un dispositivo electroluminiscente de corriente alterna que siguió brillando incluso después de haber sido doblado y estirado 1.000 veces.
Según los responsables del trabajo, las películas derivadas de las escamas de pescado son una alternativa prometedora para una electrónica flexible más sostenible, incluyendo en prendas de vestir y pantallas plegables.
O sea, para evitar que los peces mueran por el plástico, vamos a matarlos directamente para quitarles las escamas.
Tiene sentido
No, en realidad lo que se plantea es aprovechar un subproducto abundante generado por ejemplo por la industria conservera o de productos ultracongelados, que actualmente se estará desechando como residuo.