El esquema aprobado establecerá una tasa fija de de unos 20 céntimos a todos los envases de bebidas, independientemente de su tamaño, y se aplicará a todos los materiales, incluyendo plástico, metal y vidrio.
El Parlamento escocés votó recientemente a favor de establecer un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases, lo que convertirá a Escocia en el primer país del Reino Unido en introducir un sistema de este tipo para los envases de bebidas.
El sistema estará disponible en todo el país a partir del 1 de julio de 2022, y su objetivo es facilitar el reciclaje de las botellas y latas usadas, incluyendo las de plástico PET, metal y vidrio.
El esquema establecerá un valor de depósito añadido al precio de una bebida en la tienda, que será reembolsado al cliente cuando los envases vacíos sean devueltos a un punto de recogida. En concreto, se aplicará una tasa fija de 20 peniques (unos 22 céntimos) independientemente del tamaño del envase.
El reglamento final, que se estableció en el Parlamento escocés el pasado marzo, incluye todos los materiales habituales para envases de bebidas: el vidrio, plástico PET, aluminio y acero.
El rendimiento del plan se revisará en octubre de 2026, incluyendo el nivel de depósito, los materiales y los objetivos de recogida.
Críticas
La Organización de Reciclaje de Envases de Aluminio (Alupro) criticó recientemente al Gobierno escocés por el plan propuesto, diciendo que no había considerado plenamente las posibles consecuencias imprevistas de las regulaciones del SDDR en su forma actual.
Según argumenta Alupro, establecer una tasa fija para todos los envases podría hacer que los consumidores deban pagar por adelantado hasta 4,80 libras adicionales (algo más de 5 euros) por un multipack de 24 latas, mientras que sólo abonarían como depósito 80 peniques (90 céntimos) por el mismo volumen de bebida envasada en cuatro grandes botellas de plástico.
En este escenario, un estudio independiente al que aluden los fabricantes de latas sugiere que dos tercios de los consumidores probablemente opten por las alternativas de plástico más grandes, lo que daría como resultado un mayor consumo de este material, con una «producción innecesaria» estimada de 82 millones de botellas de plástico adicionales.
Impacto del COVID-19
Por su parte, British Glass, la confederación británica de fabricantes de vidrio, instó recientemente al Gobierno de Escocia a que paralizaran el proceso sobre el Reglamento del SDDR hasta que se pudiera evaluar el impacto total del COVID-19 y sus consecuencias en la cadena de suministro de bebidas.
Según un reciente estudio encargado por British Glass, el 61% de los hogares creen que el SDDR en Escocia debe ser «aplazado o paralizado».
«Ahora no es el momento de impulsar esto ya que vemos enormes cambios en los volúmenes de reciclaje de los hogares, así como la falta de material disponible en el sector de la hostelería y las presiones sobre los servicios de reciclaje de las autoridades locales», argumentan los fabricantes de vidrio.
«Tanto el Gobierno del Reino Unido como el de Escocia están trabajando para encontrar una salida al actual bloqueo. Simplemente no es posible tomar una decisión informada con respecto a cómo será la «nueva normalidad» en cuanto a las tasas de reciclaje y otros factores que tienen un impacto significativo en el SDDR».
Fuente:
Circular