La gestión de estos residuos en plantas ilegales, los robos en puntos limpios o la exportación ilegal hacen que más de 500.000 toneladas de basura electrónica no se reciclen correctamente.
Según datos de la Unión Europea citados por la empresa Back Market, el 75% de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) que se generan en España no se gestionan de forma adecuada. Esto no sólo supone un perjuicio para el medio ambiente y la salud de las personas, sino también, según denuncian desde esta empresa, un fraude a los consumidores, que cada vez que compran un aparato con interruptor pagan por adelantado una tasa por el reciclado del producto cuando se convierte en chatarra.
Los españoles pagamos de media entre 5 y 30 euros cada vez que compramos tecnología para que los fabricantes se hagan cargo de la gestión de los aparatos cuando termina su vida útil. Sin embargo, un informe de Eurostat revela que en nuestro país se recicla uno de cada cuatro aparatos electrónicos, mientras que los países de nuestro entorno procesan de media el 35% de la basura electrónica que producen.
El desvío de residuos fuera de la cadena de reciclaje en alguno de sus eslabones –ya sea la recogida, el transporte…– hacia gestores no autorizados, los robos en los puntos limpios para extraer los materiales valiosos o la exportación ilegal son algunas de las causas que están detrás de estas bajas cifras de reciclaje.
Algunas voces apuntan a la responsabilidad de los fabricantes, y aseguran que, según cifras de la Comisión Europea, estos destinan poco más del 20% de la tasa que paga el consumidor al correcto tratamiento de estos productos. “El consumidor termina pagando por un servicio que no recibe y los fabricantes acaban percibiendo indebidamente un dinero para la gestión de los RAEE”, señala Thibaud de Larauze, CEO de Back Market, empresa dedicada a la reparación y reacondicionamiento de productos tecnológicos.
Asegura que España encabeza el ranking de países europeos con más fraude en reciclaje de basura electrónica. Según el citado informe, a pesar de que el consumo de productos electrónicos en España se ha triplicado en los últimos tres años, el reciclaje de estos aparatos se ha reducido practicante a la mitad, lo que en su opinión demuestra que los fabricantes no están destinando los recursos suficientes al reciclaje de la basura electrónica.
De acuerdo con los datos de Eurostat, en España se producen alrededor de un millón de toneladas de residuos electrónicos al año, de las que más de 750.000 son aptas para el reciclaje. Sin embargo, se calcula que más de 500.000 toneladas de chatarra electrónica no se reciclan correctamente.
En febrero del año pasado, el Gobierno ya introdujo cambios en la ley sobre el tratamiento de los RAEE en España, con el objetivo de fomentar la reutilización y el reacondicionamiento de los productos tecnológicos frente a los procesos de reciclaje y alargar la vida útil de estos dispositivos.
Así, a partir del año que viene se deberá reutilizar el 3% e los productos informáticos y pequeños electrodomésticos y el 2% en el caso de grandes aparatos eléctricos. “El reciclaje requiere de tecnologías complejas y cotosas que hacen del reacondicionamiento una alternativa más económica y ecológica” concluyen desde Back Market.