Durante el Seminario Internacional de Biotecnología Aplicada al Sector del Plástico, organizado por AIMPLAS, más de 20 expertos presentaron las últimas innovaciones en la materia y pusieron sobre la mesa los desafíos a los que hace frente el sector, así como sus contribuciones a la sociedad y la economía.
Los pasados 5 y 6 de marzo, un centenar de especialistas internacionales en biotecnología y sostenibilidad se dieron cita en Valencia en el marco de la segunda edición del Seminario Internacional de Biotecnología Aplicada al Sector del Plástico. Un panel compuesto por una veintena de ponentes de alto nivel han presentado las innovaciones que están desarrollando sus entidades y han puesto sobre la mesa los principales desafíos a los que hace frente el sector así como sus contribuciones a la sociedad y la economía.
La primer jornada arrancó con una mesa en la que bajo el título Plásticos y Bioeconomía, Lorette Du Preez, de European Bioplastics, destacó las oportunidades que representan para estos materiales legislaciones como el Global Plastics Treaty o el Circular Economy Act. También destacó cómo pueden mejorar la eficiencia de sectores como el agrícola y en general sus oportunidades en una economía y sociedad que cada vez más apuestan por materiales biobasados y biodegradables. En cuanto a las barreras, habló de los costes y de una demanda todavía insuficiente y reclamó más apoyo legislativo al sector.
A continuación, Filippo Giancarlo Martinelli, de MAGFI, repasó las principales tecnologías de reciclado de los bioplásticos y presentó proyectos de investigación como ReBioCycle, que tienen como reto integrar los bioplásticos en la economía circular mediante tecnologías eficientes de separación y reciclado para estos materiales.
Por último, Jesús Agüero, de Bioval, recordó que corría el año 2002 cuando se creó la primera empresa biotecnológica valenciana. Desde entonces, desde esta asociación se ha trabajado para hacer frente a retos comunes con el sector de los bioplásticos como el de la transferencia, regulación o financiación hasta llegar al actual momento en el que por primera vez la biotecnología se ha incluido como sector estratégico en la estrategia de reindustrialización de la Generalitat Valenciana.
La segunda sesión de la primera jornada abordó la Producción de Bioplásticos a partir de Residuos de la mano de Caterina Coll, de Perseo Biotechnology, quien explicó algunos de sus proyectos y patentes para la valorización de residuos orgánicos, desde residuos urbanos complejos como los celulósicos hasta los procedentes de industrias agroalimentarias, de los que han logrado obtener productos de alto valor añadido como bioetanol, bioetileno y CO2, pero también otros productos como piensos, compost y biofertilizantes a partir del residuo generado durante el proceso.
A continuación, Pablo Ferrero, investigador líder de biotecnología en AIMPLAS, puso en valor cómo los biopolímeros pueden contribuir a reducir la contaminación medioambiental, la huella de carbono y la dependencia de los recursos fósiles y explicó algunas de las investigaciones llevadas a cabo por el centro tecnológico para la síntesis biotecnológica de estos materiales y sus aplicaciones en sectores como el de la agricultura.
Rosa Puig, de Novamont, presentó algunos de los proyectos de la compañía basados en modelos de biorrefinerías modulares y flexibles capaces de atender flujos de residuos urbanos que varíen de los RSU a los productos celulósicos higiénicos absorbentes pasando por las aguas residuales.
Finalmente, Jenifer Mitjà, de TotalEnergies Corbion, abordó las distintas alternativas para el fin de vida del PLA, que van desde la reutilización hasta el reciclado, pasando por el compostaje, e identificó cuáles serían las más adecuadas en función de las distintas aplicaciones.
En el tercer bloque: Procesos Posteriores a la Producción de Bioplásticos, Bruno Ferreira, de Biotrend, abordó la producción de PHA a través de varios casos de estudio como el del proyecto ELLIPSE. Jose María Guijarro, de SAV, explicó la apuesta de esta compañía por la biotecnología para valorizar algunos de los residuos con los que trabajan y que no tienen definido un circuito para su gestión como la paja de arroz, los posos de café y otros. Cerró el bloque Vincent Gavroy, de Applexion, quien presentó sus tecnologías avanzadas de purificación que permiten optimizar los procesos de fermentación para obtener desde ingredientes funcionales y alimentos saludables a nuevas moléculas de origen biológico.
Fin de vida de los biopolímeros
La última sesión del miércoles, bajo el título Aprovechando el Poder Microbiano: Soluciones Enzimáticas para el Reciclaje de Bioplásticos, contó con la participación de Laura de Eugenio, del CSIC, quien presentó las innovaciones que están desarrollando en materia de reciclado enzimático. Kristie Tanner, de Darwin Bioprospecting, explicó cómo la compañía trabaja para trasladar el potencial de los microbios a aplicaciones que lleguen al mercado a sectores tan diversos como el de la salud o el medio ambiente. Para cerrar las ponencias de esta primera jornada, Christian Sonnendecker, de la Universidad de Leipzig, mostró los avances en el reciclado enzimático de PET y PBS mediante la enzima PHL7, y un nuevo sistema rápido para monitorizar la hidrolisis enzimática de plásticos gracias a la medición del espesor de los films de plástico.
La segunda jornada arrancó con una ponencia de Francesco Colizzi, del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC), en la que presentó los detalles de las tecnologías que permiten optimizar la biodegradación de los polímeros como la modificación de determinadas enzimas.
A continuación, bajo el título Mejora de la Biodegradación de Plásticos, Jing Liu y Elton Melo, de BPC Instruments, mostraron algunos de los métodos innovadores que permiten evaluar la biodegradabilidad y compostabilidad en cámaras cerradas. Por su parte, Gemma Buron, del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria), presentó las investigaciones desarrolladas en el marco de proyecto SOLFORPLAS y cómo ciertos tratamientos pueden contribuir a la compleja degradación del polietileno.
A continuación, Luis Cabedo, de la spin-off de la UJI, Cebimat, compartió sus investigaciones para mejorar la biodegradación de los bioplásticos durante el compostaje. Finalmente, Elena Domínguez, investigadora líder de Liberación Controlada y Calidad del Suelo en AIMPLAS, abordó la aplicabilidad de bioplásticos obtenidos por rutas biotecnológicas y su biodegradación controlada para la liberación de microorganismos y extractos naturales en agricultura. Domínguez destacó cómo estos desarrollos optimizan la aplicación de bioinsumos, mejorando la eficiencia de recursos y reduciendo el impacto ambiental. Además, subrayó su alineación con estrategias agrobiotecnológicas respaldadas por marcos regulatorios como la PAC y el Código de Conducta Voluntario. Estas soluciones permiten disminuir el uso de agroquímicos sintéticos y fomentan materiales más sostenibles.
La última de las sesiones estuvo dedicada al análisis de los Aspectos Tecnoeconómicos y Ambientales. De la mano de Apostolis Koutinas, de la NTUA (Agricultural University of Athens), se pudieron conocer los avances en la investigación para lograr la degradación de los bioplásticos utilizados en envases rígidos y se analizó la viabilidad económica, así como el impacto medioambiental de estos procesos.
Posteriormente, Kealie Vogel, de EMPA (Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology), puso sobre la mesa el impacto climático de los derivados de la madera y biopolímeros en comparación con los plásticos fósiles. Vogel explicó su trabajo analizando su ciclo de vida, emisiones de carbono y sostenibilidad y cómo estos materiales pueden reducir la huella ambiental y ser una alternativa viable en la transición hacia una economía más circular y baja en carbono.
Finalmente, Ailen Soto, de ZER0-E Engineering, presentó su metodología para un análisis del ciclo de vida (ACV) de los productos y procesos para una bioeconomía sostenible.
Por último, tuvo lugar una mesa redonda en el marco del proyecto RED MARFIL en la que participaron José Miguel Fernández, de AITIIP, Lucia Martín, de CIDAUT y Carolina Acosta, investigadora líder de Mecanoquímica y Extrusión Reactiva en AIMPLAS. A través de sus ponencias se mostraron los avances de un proyecto que pretende desarrollar nuevos bioplásticos a partir de residuos agroindustriales o de biomasa para aumentar su presencia en sectores de alto valor añadido como el agrícola o el del transporte.