EuRIC y BIR recuerdan que el 80% de la producción europea de acero reciclado se destina al mercado local, mientras que el 20% restante se exporta precisamente porque la UE no tiene capacidad para utilizar todo el acero reciclado disponible.
La Confederación Europea de Industrias de Reciclaje (EuRIC) y la Oficina Internacional de Reciclaje (BIR) han expresado su profunda preocupación por las conclusiones alcanzadas durante la Cumbre sobre el Futuro de la Industria del Acero en Europa, celebrada en París el pasado 27 de febrero. Ambas organizaciones, que representan los intereses de miles de empresas de reciclaje a nivel europeo y global, han rechazado las propuestas de restringir o prohibir las exportaciones de acero reciclado a terceros países.
Ambas organizaciones han mostrado especial preocupación por la intención expresada por representantes de Bélgica, Italia, Francia, Luxemburgo, Rumanía, Eslovaquia y España de «garantizar el acceso a las materias primas mientras se retiene la chatarra de acero dentro de la UE» y la propuesta de «restringir o prohibir las exportaciones a terceros países que no adopten legislación ambiental y de producción similar a la de Europa».
EuRIC y BIR han señalado que estas propuestas se basan en premisas incorrectas que requieren una corrección inmediata:
- No existe escasez de acero reciclado en Europa: La industria europea de reciclaje procesa más de 100 millones de toneladas de acero al año, con aproximadamente el 80% de la producción total utilizada en el mercado doméstico. El 20% restante se exporta precisamente porque la UE no tiene capacidad para utilizar todo el acero reciclado disponible. Esto no representa una «fuga» de recursos, sino una asignación eficiente en un mercado que funciona.
- El acero reciclado es un producto de valor: El acero reciclado, que EuRIC y BIR prefieren llamar por este nombre en lugar de «chatarra» para reflejar su verdadero valor, se exporta porque es una materia prima reconocida por los mercados globales. Décadas de experiencia en cadenas de suministro de reciclaje y comercio internacional estable han permitido a las empresas europeas de reciclaje convertirse en líderes mundiales en eficiencia y desempeño ambiental.
Impacto negativo de las restricciones comerciales
EuRIC y BIR han advertido que la implementación de restricciones adicionales a las exportaciones, cuando no existe escasez de material, tendría consecuencias negativas para la industria y el medio ambiente:
- Reducción de las tasas de recolección y procesamiento de metales, ya que los incentivos económicos disminuirían.
- Menor inversión en infraestructura de reciclaje.
- Salida del mercado de numerosas empresas de reciclaje, al volverse insostenibles sus modelos de negocio.
- Reducción en la disponibilidad de materiales a medida que el ecosistema de reciclaje se contrae.
Además, ambas organizaciones han rechazado la idea «errónea» de que las exportaciones de acero reciclado contribuyen a la degradación ambiental en los países receptores. Por el contrario, destacan que el acero reciclado es una materia prima valiosa utilizada en la fabricación de acero en todo el mundo. Restringir el acceso a este material obligaría a muchos productores globales a recurrir a métodos de producción más intensivos en carbono, como los hornos de oxígeno básico (BOF), lo que aumentaría drásticamente las emisiones globales y contradiría las ambiciones de liderazgo climático de Europa.
Alternativas constructivas
En lugar de imponer restricciones comerciales contraproducentes, EuRIC y BIR proponen soluciones para promover economías circulares del acero:
- Crear mercados líderes para el acero circular mediante objetivos obligatorios de contenido reciclado en sectores clave.
- Implementar políticas de compra pública que prioricen materiales reciclados.
- Apoyar la inversión y la I+D para la industria del reciclaje.
- Garantizar que los recicladores participen de manera significativa en las discusiones y procesos de toma de decisiones políticas.
Compromiso con la economía circular
EuRIC y BIR reiteran su compromiso con el avance de una economía verdaderamente sostenible y circular para los metales. Ambas organizaciones creen que los mercados que funcionan bien, no las barreras artificiales, son la base del progreso ambiental.
«Como industria de reciclaje, continuamos innovando e invirtiendo en tecnologías que maximizan la eficiencia de los recursos. Invitamos a todas las partes interesadas —productores, consumidores y responsables políticos— a participar en un diálogo basado en evidencias que reconozca el papel esencial de los recicladores en la construcción de un futuro más sostenible», concluyeron las organizaciones.