El Parlamento Europeo rechazó la semana pasada dos decisiones de la Comisión Europea que autorizaban la presencia de residuos de varios plaguicidas prohibidos en la UE en alimentos importados.
El Parlamento Europeo rechazó la semana pasada dos decisiones de la Comisión Europea por las que se autorizaban tolerancias de importación (también conocidas como límites máximos de residuos) para el ciproconazol y el espirodiclofeno en una gran cantidad de productos de alimentación como cereales, semillas, carne, hígado y riñón, así como para el benomilo, la carbendazima y el tiofanato-metil en determinados productos como limones, limas, mandarinas y quingombó. El uso de todos estos plaguicidas ya está prohibido en la UE.
Las resoluciones que acompañan al texto insisten en que los productos agrícolas importados de terceros países deben cumplir las mismas normas que los producidos en la UE para garantizar la igualdad de condiciones. Permitir niveles máximos de residuos más elevados para las importaciones también pondría en peligro la salud de los ciudadanos en Europa y en los países productores.
522 eurodiputados votaron a favor de la objeción a la decisión de la Comisión sobre el ciproconazol y el espirodiclofeno, 127 en contra y 28 se abstuvieron.
En el caso del benomilo, el carbendazim y el tiofanato-metil, 516 eurodiputados votaron a favor de la objeción, 129 en contra y 27 se abstuvieron.
Se necesitaba una mayoría absoluta de al menos 359 eurodiputados para rechazar las decisiones de la Comisión.
La CE debe ahora retirar sus propuestas. Los eurodiputados han pedido al ejecutivo europeo que presente un nuevo proyecto que rebaje todos los límites máximos de residuos de plaguicidas al límite de determinación (la cantidad más baja en la que se puede detectar) o al valor por defecto de 0,01 mg/kg para todos los usos y que rechace cualquier solicitud de tolerancia a la importación.