La nueva asociación contribuirá, entre otras cosas, a potenciar la economía circular de los áridos y al cumplimiento de los objetivos del Plan de Gestión de Residuos 2030 de Euskadi.
Tras 14 años como federación de asociaciones, Euskal Árido se ha convertido en la nueva asociación de empresas que renace con el objetivo de poder acoger a todas las industrias y empresas dedicadas a la producción de áridos de Euskadi, ya sean naturales -como hasta ahora-, artificiales procedentes de escorias de acerías o reciclados procedentes de residuos de construcción y demolición (RCD). Así lo votaron la semana pasada sus asociados en la Asamblea General Extraordinaria celebrada en Zamudio (Bizkaia).
La refundada Euskal Árido se constituye con el objetivo de representar y defender los intereses de todas las empresas del sector ante las distintas instituciones y organismos, contribuir a potenciar la economía circular de los áridos y al cumplimiento de los objetivos del Plan de Gestión de Residuos 2030 de Euskadi, y promocionar la utilización y la calidad adecuada de los áridos naturales, reciclados y artificiales, potenciando el perfeccionamiento de la normativa técnica aplicable, entre otros. “Somos ya un sector fuerte y juntos podemos ser más sostenibles, más competitivos e influir más y mejor en las políticas que nos afectan a ambos tanto a nivel estatal como europeo”, señala el presidente de Euskal Árido, Patxi Portugués.
En la actualidad, Euskal Árido agrupa a 32 empresas que representan el 90% de la producción de áridos naturales del País Vasco. Según las últimas estimaciones de la asociación, este año se consumirán en Euskadi alrededor de 7,5 millones de áridos naturales, un 4% más que en 2021. De ellos, como denuncia Euskal Árido, no todos se producen en el País Vasco debido a la competencia de empresas de otros territorios que, aprovechándose de una reglamentación laboral y medioambientalmente más laxa, introducen sus áridos a un menor coste en Euskadi. Para Euskal Árido, esta cifra prevista de consumo sigue muy lejos de la media de la Unión Europea donde su consumo supone 6,5 toneladas/año por habitante frente a las 3,28 toneladas/año por habitante en Euskadi. Estos datos, más la actual situación económica ‘de incertidumbre’ y a la subida de costes generados de la energía y del trasporte, hacen que el crecimiento de sector vaya a ser más bajo de lo esperado inicialmente.
El empleo total generado por el sector de los áridos es de 1.714 puestos de trabajo. De ellos, 306 son directos, 490 indirectos -subcontratas mineras, transporte y otros-, y en torno a 918 son inducidos.
Medio Ambiente y economía circular
La recuperación de los espacios donde se asientan las canteras es una de las prioridades de todas las empresas que forman parte de Euskal Árido. Este compromiso queda patente mediante los avales depositados ante el Gobierno Vasco por valor de más de 30 millones de euros para la recuperación ambiental de las canteras. “En Euskal Árido estamos convencidos de que las partidas económicas destinadas a recuperación no son un gasto, sino una inversión. Para ello, trabajamos en colaboración con las distintas administraciones para que el espacio sea útil para las generaciones futuras”, afirma Patxi Portugués.
Además, las empresas de Euskal Árido han trabajado intensa y activamente durante el último año y medio junto a la Federación de Áridos de España en la elaboración de Declaración Ambiental de Producto del sector de los Áridos – DAPÁridos, con el fin de adaptarse a la Gestión Sostenible de las Materias Primas Minerales. Esta declaración es una hoja de ruta que se basa en cuatro pilares fundamentales: la búsqueda de la eficiencia y la economía circular de materias primas minerales; el impulso y la consolidación de la gestión sostenible de las materias primas minerales autóctonas en la industria extractiva; la pontenciación de la seguridad de suministro en el cumplimiento de los requisitos medioambientales, geoestratégicos y de justicia social en la importación de materias primas minerales; y, por último, el fomento de la industria mineral de cara a la transición energética digital con la implantación de energías renovables, baterías de vehículos eléctricos, almacenamiento de energía… Todo ellos alineándose con las políticas europeas de acceso a los recursos y la sostenibilidad.
Con la nueva asociación y la futura incorporación de empresas que producen áridos artificiales procedentes de escorias de acerías y aquellas que producen áridos reciclados procedentes de RCD, el sector vasco dará un gran impulso a la economía circular ya que se generarán entre ellas de manera natural sinergias y proyectos conjuntos en esta dirección.