La apuesta por obtener fertilizantes orgánicos y un sustrato de calidad y de kilómetro cero a partir de residuos permitiría reducir el uso de fertilizantes de síntesis y de la turba en horticultura.
El uso del compost en agricultura contribuye a fertilizar los cultivos y mejorar los suelos, y evita los impactos energéticos y ambientales de producir fertilizantes sintéticos. Además, determinadas tipologías de compost pueden utilizarse como sustrato para el cultivo en macetas en viveros, y sustituir así la fibra de coco y la turba. Estos sustratos, de uso habitual, tienen asociados impactos ambientales: en el caso de la turba, la destrucción de hábitats y la emisión de gases de efecto invernadero debido a su extracción y al transporte desde las áreas de extracción hasta las zonas de consumo; en el caso de la fibra de coco, el principal impacto es la emisión de gases de efecto invernadero causada por el transporte y también por el consumo de agua que se necesita para lavarla.
En horticultura se ha evidenciado que, desde el punto de vista ambiental, es necesario no solo obtener alimentos de proximidad, sino que las enmiendas orgánicas ―es decir, la materia orgánica que se añade al suelo para mejorar su estructura, la fertilidad y la capacidad de retener agua― también sean de proximidad.
En este contexto, los expertos apuestan por que, siempre que se pueda, se opte por el llamado «compostaje descentralizado», que es el que se realiza a pequeña escala y cerca del lugar donde se generan los residuos de naturaleza orgánica ―restos de comida, residuos vegetales y deyecciones ganaderas, principalmente―. Además de ser más eficiente desde el punto de vista ambiental, la ventaja del compostaje descentralizado es que el origen de las materias primas y los procesos se pueden controlar mejor, por lo que el compost que resulta puede ser de muy buena calidad.
Ahora, un nuevo proyecto demostrativo impulsado por el IRTA quiere dar visibilidad a las experiencias de compostaje descentralizado de Cataluña con el objetivo de promoverlo.
Se trata de COMdeHORT, un proyecto demostrativo que acaba de poner en marcha el IRTA con la colaboración de la cooperativa Tarpuna. COMdeHORT aglutinará proyectos y experiencias realizados en Cataluña en los últimos diez años sobre compostaje descentralizado y el uso del compost en horticultura y recogerá las principales conclusiones. Se pretende dar visibilidad y difundir estas experiencias relevantes en el ámbito catalán, editando un documento que las describa, impartiendo formación y realizando seguimiento in situ de algunas experiencias, así como organizando jornadas técnicas.
Para conocer la realidad de estas experiencias, se han elaborado encuestas en diferentes áreas (en catalán):
- Encuesta para productores agrícolas (hortalizas, viñedos, árboles frutales).
- Encuesta para viveristas (uso del compost como sustrato para el cultivo en contenedores).
- Encuesta para personas/asociaciones que realizan compostaje descentralizado.
- Encuesta para entidades de investigación/tecnológicas (u otras) que lleven a cabo proyectos de investigación/innovación o de compostaje descentralizado/horticultura.
Las respuestas se recogerán durante la primera quincena de mayo. En el sitio web de HORTANET hay información disponible sobre el proyecto. También se ha abierto la dirección de correo electrónico comdehort@irta.cat para recibir comunicaciones de entidades o personas interesadas en el desarrollo de esta iniciativa.