Claudia Martínez Megías.
Investigador predoctoral.
IMDEA AGUA.
Andreu Rico.
Ecotoxicológo.
Universitat de València.
Los humedales de la costa mediterránea se encuentran continuamente expuestos a mezclas de contaminantes, cuyos efectos, en el mejor de los casos, pueden ser conocidos de forma aislada, pero no en su conjunto.
Los humedales costeros son ecosistemas a medio camino entre las aguas dulces y marinas. Concretamente, los situados en la costa mediterránea han estado históricamente ligados al ser humano y su desarrollo, ya que son fuente de agua, alimento y otros recursos.
Además, constan de un alto valor ecológico y se consideran puntos calientes de biodiversidad. También aportan servicios ecosistémicos como el secuestro de carbono, el aprovisionamiento de comida o el desarrollo de actividades turísticas y de ocio.
Sin embargo, esta conexión tan cercana con el ser humano tiene también consecuencias negativas. La actividad agrícola suele desarrollarse de forma intensiva cerca de estas áreas, lo cual conlleva la presencia de fertilizantes y pesticidas en las aguas que rodean a estos cultivos.
Por otra parte, la concentración de grandes poblaciones en estas zonas acarrea el vertido de aguas residuales. Estas aguas contienen restos de sustancias que las depuradoras no son capaces de eliminar, como productos farmacéuticos de uso común, drogas recreativas, productos de higiene personal y sustancias industriales.
Tal situación provoca que los humedales de la costa mediterránea se encuentren continuamente expuestos a mezclas de contaminantes, cuyos efectos, en el mejor de los casos, pueden ser conocidos de forma aislada, pero no en su conjunto.
Fármacos y pesticidas en La Albufera de Valencia
En un estudio realizado en el 2023 en el Parque Natural de La Albufera de Valencia (España), analizamos la presencia de contaminantes en sus ecosistemas acuáticos representativos. En total, detectamos 94 compuestos entre fármacos y pesticidas.
Algunos de los pesticidas más frecuentes fueron el fungicida azoxistrobin y el insecticida acetamiprid, ampliamente utilizados en el cultivo del arroz, con riesgos ya conocidos sobre los organismos acuáticos.
Por otra parte, los fármacos representaron el 73 % del total de los contaminantes detectados. Algunos de los más comunes fueron los analgésicos tramadol e ibuprofeno, además de la cafeína, presente tanto en productos farmacéuticos como en el café que es ampliamente consumido.
Riesgos ecológicos de las mezclas de contaminantes
Las concentraciones de las sustancias analizadas sirvieron para calcular el riesgo potencial que suponen las mezclas encontradas en los organismos acuáticos del Parque Natural.
Los resultados mostraron que, tras un nivel crónico de exposición, todas las mezclas analizadas suponen un riesgo potencial para los organismos acuáticos. Se estima que en las zonas más contaminadas podrían verse afectadas hasta el 25 % de las especies.
Entre los compuestos de mayor riesgo crónico figuran el ibuprofeno, el diurético furosemida, el fungicida azoxistrobin y el insecticida imidacloprid.
Eliminación natural de pesticidas y fármacos
Aunque la mayoría de las zonas del parque natural presentan altos niveles de contaminación, la salida de un humedal artificial mostró valores de contaminación y riesgos ecológicos menores al resto.
Estos humedales artificiales –llamados localmente “tancats”– son áreas que utilizan sistemas de filtración construidos a base de vegetación helófita y diferentes sustratos filtradores.
La combinación de la vegetación con el sedimento, la luz solar y la actividad microbiana permite que los contaminantes queden atrapados y se degraden conforme el agua circula a través del humedal.
En el caso del Tancat de Milia que hemos estudiado, la eliminación de contaminantes osciló entre un 45 y un 73 %. Este humedal artificial, situado al borde del lago de La Albufera, recibe aguas de una depuradora aguas arriba, de tal forma que reduce la carga de contaminantes que llegan al lago. También depura parte de los pesticidas que recibe de las acequias de riego de los cultivos de los alrededores.
La degradación en el humedal redujo el riesgo de los contaminantes de mayor riesgo ecológico como la furosemida, el insecticida imidacloprid y el fungicida azoxistrobin.
Potencial de los humedales artificiales para mitigar la contaminación
La contaminación química por pesticidas y fármacos es una de las mayores amenazas para los humedales costeros mediterráneos. Más allá de las altas concentraciones que se encuentran en sus aguas, las mezclas de contaminantes aumentan el riesgo ecológico sobre los organismos acuáticos que habitan estos ecosistemas.
Aunque las medidas preventivas son esenciales y necesarias para reducir la presión antrópica sobre estos ecosistemas, también es clave implementar medidas de mitigación.
Los resultados del estudio realizado en el Parque Natural de La Albufera pueden ser extrapolables a otros humedales costeros. Además, confirman que los humedales artificiales, considerados soluciones basadas en la naturaleza, suponen una herramienta fundamental para reducir el impacto de las mezclas de contaminantes en los humedales costeros mediterráneos.
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Este artículo ha sido escrito en colaboración con Claudia Martínez Megías, doctora por la Universidad de Alcalá y anteriormente investigadora en el instituto IMDEA Agua.
Fuente:
The Conversation