El contrato tendrá una duración de 20 años e incluye la modernización de la planta con la tecnología de reciclaje más avanzada con el objetivo de tratar hasta 260.000 toneladas de residuos anuales.
El Ayuntamiento de Jerez de la Frontera (Cádiz) ha adjudicado a FCC Medio Ambiente el nuevo contrato de modernización y explotación del Complejo Ambiental Las Calandrias, que gestiona los residuos de más de 450.000 habitantes de diferentes municipios de la zona. La cartera del contrato asciende a 317 millones de euros para los próximos 20 años, con una posible prórroga de un año, y se estima que las obras de reforma se completarán en 18 meses.
La modernización, para la que se ha previsto una inversión de 40,8 millones de euros, persigue dotar a las instalaciones de la tecnología más avanzada en reciclaje, con la máxima flexibilidad y modularidad para hacer frente a los retos de recuperación de la Unión Europea. La capacidad total de la planta será de cerca de 260.000 toneladas de residuos al año, que se desglosa en 195.000 t/año de fracción resto, 5.000 t/año de envases ligeros y 60.090 t/año de fracción orgánica de recogida selectiva (FORS).
Uno de los aspectos más importantes de la reforma es el medioambiental. Las nuevas instalaciones contarán con placas fotovoltaicas y se incrementará la valorización de materiales reciclables contenidos en las diferentes fracciones y, por tanto, se reducirá la generación de rechazos con destino a vertedero.
Además, con el fin de integrar la estructura en el entorno natural, se introducirán zonas verdes y las construcciones contarán con certificación de edificios sostenibles BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) que contribuirán a mitigar el impacto negativo en el medio ambiente.
El nuevo contrato apuesta por la automatización de nuevas líneas compartidas de selección y clasificación de las fracciones resto y de envases ligeros. Así, se incrementará significativamente el número de separadores ópticos de última generación y se realiza una recirculación de todos los materiales con el objetivo de incrementar la flexibilidad de las líneas y maximizar la efectividad de recuperación. También se automatizarán las instalaciones de pesaje y de control de accesos y se mejorarán y ampliarán las áreas de recepción de residuos, lo que dotará a la planta de capacidad suficiente para albergar el material recibido hasta cuatro días.
Por otro lado, se introducirá una nueva línea de clasificación de FORS, acompañada de complementos técnicos como una cabina de selección manual con el fin minimizar el rechazo de la instalación. Se llevará también a cabo la construcción de un edificio administrativo, de un edificio de vestuarios y comedor y nuevas zonas de aparcamiento.
La modernización introduce otras importantes novedades como un sistema de tratamiento para minimizar los olores del procesamiento biológico de la materia orgánica, nuevas líneas de afino, una nave de almacén de compost y bioestabilizado y una instalación de tratamiento de lixiviados. Desde la nueva sala de control, además, se realizará la supervisión centralizada de todos los procesos.
Por último, en lo referente a sostenibilidad social, está prevista la contratación de personas paradas de larga duración, de personas de colectivos en riesgo de vulnerabilidad y de aquellas procedentes de un Centro Especial de Empleo, tanto para nuevas contrataciones como para sustituciones.