A pesar de las múltiples aplicaciones del caucho recuperado de los residuos de neumáticos, la patronal del reciclaje lamenta la «infrautilización actual de este material».
En España se generan cada año cerca de 300.000 toneladas de residuos de neumáticos, cifra que en la Unión Europea asciende a 3.250.000 toneladas. El proceso de reciclaje de los neumáticos fuera de uso (NFU) consiste en la trituración, granulación y molienda del neumático, además de una de separación del acero y las fibras textiles. Los productos obtenidos son granulado o polvo de caucho, acero y textil.
Las múltiples aplicaciones de las materias primas secundarias obtenidas en el proceso de reciclado convierten al NFU en un flujo de residuos que, convenientemente tratado, puede contribuir significativamente a un modelo de economía circular y a un desarrollo sostenible basado en el máximo aprovechamiento de los escasos recursos naturales disponibles.
“Con el uso de los productos derivados de neumáticos reciclados no solo se cumple con el principio de jerarquía de residuos, sino que se contribuye a la sostenibilidad y a la economía circular de una manera esencial”, asegura Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclado (FER).
Sin embargo, “la infrautilización actual de este material impide, además, que se reduzca considerablemente el coste energético y la contaminación en comparación al uso de materias primas vírgenes”, añade.
Por esa razón, FER solicita una mayor implicación de las distintas Administraciones Públicas y de toda la industria consumidora para que incorporen este material resultante del proceso de reciclado en las infraestructuras y en sus ciclos productivos, respectivamente.
Asfaltado de carreteras y superficies deportivas
Un ejemplo de la escasa demanda actual es el del uso de polvo de caucho procedente de neumáticos usados para el asfaltado de carreteras, a pesar de sus múltiples ventajas. Así, en su aplicación práctica, el uso de NFU en el asfaltado de carreteras reduce los costes de mantenimiento y las interrupciones del tráfico por reparaciones en el firme, mantienen durante más tiempo el contraste con las marcas viales, permiten reducir el nivel sonoro de la rodadura y, por último, la parte más sostenible: las mezclas bituminosas empleadas son reciclables.
Otro de los usos más habituales del caucho procedente de NFU es el de las superficies deportivas, especialmente el relleno y la capa elástica de campos de césped artificial. Así, solo en el periodo que abarca los años 2009 y 2016 se han empleado un total de 193.640 toneladas de granulado de caucho de neumáticos, equivalente a 2.000 campos, según SIGNUS, sistema integrado de gestión de este tipo de residuos.
“Estas cifras indican que existe un nicho de mercado consolidado en el uso de granulado de caucho de NFU en instalaciones de césped artificial para campos deportivos y que su uso tiene un bajo coste de instalación y de mantenimiento, disminuye considerablemente el consumo de agua y produce un menor impacto medioambiental que los materiales vírgenes”, argumenta la responsable de FER.
Otros usos
Las ventajas del empleo de NFU también han sido ampliamente probadas en pavimentos de seguridad (parques infantiles, guarderías, residencias de ancianos, gimnasios…), pistas deportivas de atletismo y otros deportes, absorción de vibraciones en vías de ferrocarriles, barreras de seguridad y sistemas de protección de motoristas, ornamentación (jardinería y productos moldeados), aislamiento térmico y acústico en edificación, piezas de caucho (mobiliario urbano, ruedas, suelas de calzado, componentes para el sector automovilístico…), caucho regenerado y caucho micronizado (para las bandas de rodadura de neumáticos).
Las ventajas son comunes a las de otras aplicaciones (contribuir al principio de jerarquía de residuos, reducir las emisiones contaminantes y el consumo energético…), pero, además, cada una de ellas tiene sus particularidades. Así, por ejemplo, los pavimentos de seguridad creados con NFU para colegios, parques infantiles, residencias de ancianos, etc., destacan por su resistencia a cualquier condición climática, no sufren cambios sustanciales en su comportamiento a diferentes temperaturas, su producción es sencilla y tiene bajos costes de mantenimiento, son ideales para amortiguar el ruido y son seguros por su capacidad de absorción de impactos.
En el uso de NFU para vías de ferrocarriles, las principales ventajas son la buena atenuación de vibraciones, el alto aislamiento eléctrico, le posibilidad de circulación de vehículos no ferroviarios sobre la plataforma, el bajo coste de mantenimiento, la ausencia de fijaciones ni elementos metálicos y la prolongación de la vida útil de la vía.
Por su parte, en el caso de las barreras de protección para motoristas, el aumento de la seguridad es el principal argumento de este material a su favor.
Por último, las empresas recuperadoras de neumáticos usados han apostado decididamente por la I+D+i para generar nuevos usos de este material. Así, gracias a diversos acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación se han producido grandes avances en nuevas aplicaciones, tales como ropa y calzado y piezas para el sector automovilístico.