El proyecto FIBFAB permitirá obtener fibras textiles sostenibles para sustituir al poliéster con ventajas como una mayor transpirabilidad, un menor peso, mejor tintado y resistente a los rayos UV.
Cada año se produce en Europa alrededor de un millón de toneladas de tejido para la fabricación de prendas de ropa utilizando técnicas de hilado en las que se combinan fibras naturales como el algodón o la lana con fibras sintéticas como el poliéster. Estas mezclas de fibras naturales y sintéticas tienen como finalidad mejorar los aspectos relacionados con el confort y durabilidad de las prendas, sin embargo, el reciclado de estos tejidos al final de la vida útil es complicado, ya que ambos tipos de fibras están entremezclados y no pueden separarse con facilidad.
Las empresas del sector textil tienen el desafío de llevar a cabo un cambio radical hacia productos innovadores y de alto valor añadido para hacer frente a la competencia con los países con mano de obra más económica. En este contexto se ha iniciado el proyecto europeo FIBFAB, coordinado por Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, para lanzar e industrializar la producción de tejidos biodegradables y sostenibles basados en ácido poliláctico (PLA) y combinados con fibras naturales como la lana y el algodón.
Esta nueva generación de tejidos está destinada a la confección de ropa tanto de calle como de trabajo y protección, superando las limitaciones de las fibras de PLA que existen actualmente en el mercado y conseguir una alternativa real a los tejidos actuales. Para ello, se aplicarán los conocimientos y la metodología desarrollados en los proyectos europeos previos BIOFIBROCAR y BIOAGROTEX.
100% biodegradable
Los principales objetivos del proyecto FIBFAB pasan por obtener una prenda de ropa 100% biobasada y biodegradable que alcance las prestaciones y cumpla con los requisitos mecánicos que el sector textil demanda, según la aplicación final.
Además, se espera lograr una mejora de la resistencia térmica de las fibras de PLA para satisfacer los requerimientos de diversas aplicaciones textiles, haciendo uso de la tecnología desarrollada en anteriores proyectos europeos para la optimización de la cristalinidad del PLA.
Por lo que respecta al proceso de producción de las fibras de PLA, se optimizarán los parámetros del procesado para obtener fibras más finas (diámetros inferiores a tres dtex), especialmente en el proceso de hilatura, controlando el parámetro de fricción para poder hilar las mezclas de PLA a mayor velocidad.
Todo esto permitirá la introducción en el mercado textil de tejidos producidos a partir de fibras de PLA y algodón o lana con importantes ventajas, como una mejor transpirabilidad, mejores propiedades hidrófilas para facilitar el proceso de tintado, mayor resistencia a la degradación por los rayos UV, baja generación de humos e inflamabilidad y menor densidad que el poliéster, lo que repercute en un menor peso del tejido.
FIBFAB ha recibido financiación del Programa Piloto “Fast Track to Innovation” de la Unión Europea incluido en Horizonte 2020. El proyecto tiene una duración de 24 meses y en él también participan Centexbel, DS Fibres de Bélgica, Yünsa de Turquía y Sintex de la República Checa. Junto con Aimplas, estos miembros del consorcio cubren toda la cadena de valor textil, desde la producción de fibra hasta la fabricación de las prendas, asegurando la implementación industrial de las fibras de PLA.
FIBFAB es uno de los 15 proyectos que han sido financiados en la quinta convocatoria de este programa de un total de 280 propuestas presentadas. En estos 15 proyectos, solo cuatro incluyen en su consorcio a algún socio español y FIBFAB es el primer proyecto de la Comunidad Valenciana subvencionado dentro de este programa.