La medida se enmarca en el objetivo del gobierno galo de reducir el desperdicio de alimentos en un 50 por ciento de aquí a diez años.
El Parlamento de Francia ha votado para prohibir a los grandes supermercados destruir los alimentos sin vender, animándoles a donarlos a organizaciones benéficas, según recoge el diario La Vanguardia.
La enmienda relativa a los residuos de alimentos aprobada por la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento, la noche del pasado jueves, es parte de un proyecto normativo ambiental más grande (la Ley de transición energética para el crecimiento verde). El proyecto de ley general sigue siendo objeto de debate, y tendrá que ir al Senado para su aprobación final.
El proyecto de ley requerirá a las grandes cadenas de supermercados que donen los productos no vendidos a la caridad o para la alimentación de animales. También tiene como objetivo la reducción de residuos generados en los comedores escolares.
Los grupos medioambientales celebraron la votación, mientras que un representante del sector de la distribución dijo que los grandes supermercados están en la mira del proyecto de ley de manera desproporcionada.
El gobierno galo está tratando de reducir el desperdicio de alimentos en un 50% para 2025. En este sentido, el Senado francés aprobó recientemente una propuesta para eliminar la fecha de consumo preferente en alimentos no perecederos.