Este desarrollo tecnológico, basado en la bioelectroconversión microbiana, ha sido llevado a cabo por un consorcio multidisciplinario liderado por Leitat, con la participación de Facsa y la Universidad de Girona.
Después de tres años de investigación, el proyecto GAIA ha llegado a su fin con resultados prometedores que suponen un avance significativo en la producción de biocombustibles sostenibles, como el biometano y el butanol, a partir de recursos renovables como el CO₂ y las aguas residuales. Este desarrollo tecnológico, basado en la bioelectroconversión microbiana, ha permitido optimizar tanto el diseño como la operativa de sistemas bioeléctricos, posicionando la tecnología como una opción viable en la lucha por la descarbonización y la economía circular.
El proyecto, llevado a cabo por un consorcio multidisciplinario liderado por Leitat en el que han participado Facsa y la Universidad de Girona (UdG), ha logrado identificar las mejores condiciones operativas y materiales para construir reactores eficientes. Estos avances permiten mejorar la productividad del proceso y reducir los costes de producción, acercando la tecnología GAIA a una posible comercialización en el futuro.
En este sentido, uno de los hitos más relevantes del proyecto ha sido el diseño de una celda a escala piloto, que servirá como base para futuras investigaciones en entornos reales, como las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR). Este desarrollo permitirá convertir estas instalaciones en auténticas biorrefinerías, potenciando su papel en la producción de energía sostenible y su contribución a la descarbonización.
El análisis tecnoeconómico realizado durante el proyecto ha revelado los mejores escenarios para implementar la tecnología GAIA en las depuradoras urbanas, aprovechando las corrientes de agua residual y CO₂ para generar biocombustibles de manera eficiente y sostenible.
“En Leitat nos enorgullece haber contribuido a convertir una tecnología emergente en una solución real que puede transformar las emisiones de dióxido de carbono a metano mediante un proceso de bioelectroconversión utilizando fuentes de energía renovable”, señala Eduard Borràs, Area Manager en Leitat. “Este avance refuerza nuestro compromiso con la innovación y el desarrollo de tecnologías bioelectroquímicas que impulsen la descarbonización de la economía”, añade.
“La investigación nos ha permitido avanzar en el desarrollo de una plataforma bioelectroquímica para la producción de biocombustibles a partir de un gas de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO₂). Este proyecto ha facilitado una mejor comprensión de las condiciones operativas necesarias para la producción selectiva de biocombustibles, así como del papel de los microorganismos como biocatalizadores en este proceso”, explica Sebastià Puig, profesor asociado a la UdG.
Por su parte, Gracia Silvestre, técnico de proyectos de I+D+i de Facsa, asegura que esta investigación “abre nuevas e interesantes posibilidades para la depuración de las aguas residuales urbanas y la valorización de corrientes de CO₂ residuales simultáneamente”. Y añade que “el escalado de esta tecnología es fundamental para continuar investigando en su potencial, ya que hemos podido identificar los mejores escenarios reales donde la tecnología podría tener un mayor éxito de implantación en el futuro”.
Financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Unión Europea a través de los fondos NextGenerationEU, el proyecto GAIA deja una hoja de ruta clara para la implementación futura de esta tecnología, con el objetivo de crear nuevas oportunidades de negocio y promover una sociedad más respetuosa con el medioambiente.