Según un nuevo informe de la OCDE, la cantidad de residuos plásticos producidos en todo el mundo va camino de triplicarse de aquí a 2060, y cerca de la mitad acabará en el vertedero mientras que menos de una quinta parte se reciclará.
El nuevo informe de la OCDE ‘Perspectiva mundial de los plásticos: Escenarios políticos hasta 2060’ afirma que, si no se toman medidas radicales para frenar la demanda, aumentar la vida útil de los productos y mejorar la gestión de los residuos y la capacidad de reciclaje, la contaminación por plásticos aumentará al mismo tiempo que se triplicará el uso de plásticos debido al aumento de la población y de los ingresos. El informe estima que casi dos tercios de los residuos de plástico en 2060 procederán de artículos de corta duración, como envases, productos de bajo coste y textiles.
«Si queremos un mundo libre de contaminación por plástico, de acuerdo con las ambiciones de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, tendremos que tomar medidas mucho más estrictas y coordinadas a nivel mundial», afirma el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. «Este informe propone políticas concretas que pueden aplicarse a lo largo del ciclo de vida de los plásticos y que podrían frenar significativamente -e incluso eliminar- las fugas de plástico al medio ambiente».
El informe (disponible en su versión preliminar antes de su publicación completa a finales de este año) prevé que el consumo mundial de plásticos aumente de 460 millones de toneladas (Mt) en 2019 a 1.231 Mt en 2060 en ausencia de nuevas políticas audaces, un aumento más rápido que el de la mayoría de las materias primas. El crecimiento será más rápido en los países en desarrollo y emergentes de África y Asia, aunque los países de la OCDE seguirán produciendo muchos más residuos plásticos por persona (238 kg al año de media) que los países no pertenecientes a la OCDE (77 kg).
A nivel mundial, las fugas de plástico al medio ambiente se duplicarán hasta alcanzar los 44 millones de toneladas al año, mientras que la acumulación de plásticos en lagos, ríos y océanos se triplicará con creces, ya que los residuos de plástico pasarán de 353 millones de toneladas en 2019 a 1.014 millones de toneladas en 2060. La mayor parte de la contaminación procede de los desechos de mayor tamaño, conocidos como macroplásticos, pero las fugas de microplásticos (polímeros sintéticos de menos de 5 mm de diámetro) procedentes de artículos como los gránulos de plástico industriales, los textiles y el desgaste de los neumáticos también son motivo de grave preocupación.
El aumento previsto del consumo y los residuos de plástico se producirá a pesar de que se espera que aumente el uso de plástico reciclado en la fabricación de nuevos productos, así como de los avances tecnológicos y los cambios económicos sectoriales que deberían suponer una disminución estimada del 16% para 2060 en la cantidad de plástico necesaria para crear 1 dólar de producción económica.
Reciclaje insuficiente
Se prevé que la proporción de residuos de plástico que se recicla con éxito aumente al 17% en 2060 desde el 9% en 2019, mientras que la incineración y el vertido seguirán representando alrededor del 20% y el 50% de los residuos plásticos, respectivamente. Se prevé también que la proporción de plástico que elude los sistemas de gestión de residuos -que acaba en vertederos incontrolados, se quema a cielo abiertas o se filtra al suelo o al medio acuático- se reduzca del 22% al 15%.
El nuevo estudio se basa en el primer informe de la OCDE ‘Global Plastics Outlook: Economic Drivers, Environmental Impacts and Policy Options’, publicado en febrero de 2022. Ese primer informe reveló que los residuos de plástico se han duplicado en dos décadas, y que la mayor parte de ellos acaban en vertederos, incinerados o filtrados en el medio ambiente. Desde la publicación de ese informe, los Estados miembros de la ONU se han comprometido a negociar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante antes de 2024 para acabar con la contaminación por plásticos.
El nuevo informe analiza el impacto de dos posibles escenarios. El primero, un escenario de acción regional que comprende una combinación de políticas fiscales y reguladoras principalmente en los países de la OCDE, podría reducir los residuos de plástico en casi una quinta parte y reducir a más de la mitad las fugas de plástico en el medio ambiente sin un impacto sustancial en el PIB mundial, que sería inferior en un 0,3% para 2060. El segundo, un escenario de acción global que comprende políticas más estrictas aplicadas en todo el mundo, podría disminuir los residuos de plástico en un tercio y eliminar casi por completo las fugas de plástico al medio ambiente, al tiempo que reduciría el PIB mundial en un 0,8%.
El informe también examina cómo las acciones para reducir las emisiones de efecto invernadero podrían reducir la contaminación por plásticos, dada la interacción entre el ciclo de vida de los plásticos, los combustibles fósiles y el cambio climático.
Las políticas para reducir el impacto medioambiental de los plásticos y fomentar un uso más circular de los mismos deberían incluir:
- Impuestos sobre los plásticos, incluidos los envases de plástico
- Incentivos para la reutilización y reparación de artículos de plástico
- Objetivos de contenido reciclado en los nuevos productos de plástico
- Sistemas de responsabilidad ampliada del productor (EPR)
- Mejora de las infraestructuras de gestión de residuos
- Aumento de las tasas de recogida de basura