Desde 2007 la entrada anual de residuos en el CTR de San Román de la Vega, León, ha caído en cerca de 23.000 toneladas.
Los largos años de crisis económica —con el consiguiente desplome del consumo— y la pérdida de población que sufre León año a año han rebajado la producción de residuos y, por lo tanto, la entrada de basura en el CTR de San Román de la Vega. Este espacio comenzó a centralizar en el otoño de 2004 los desechos provinciales y todo el proceso de su tratamiento. Desde 2007, la llegada anual de residuos a este centro se ha reducido un 10,5%: 22.884 toneladas menos. En esta etapa, León ha perdido cerca de 21.000 habitantes, el 4,2% de su población.
Los desechos recuperados de la basura se han convertido, además, en un negocio y una fuente de ingresos para el Gersul (el consorcio que gestiona los residuos provinciales de León a través del CTR y sus plantas satélite), por lo que una bajada en la producción de basura también merma en paralelo su rentabilidad. Los ingresos por esta vía, sin contar la producción eléctrica, con residuos como plásticos de diversos orígenes, bricks, aluminios, férricos, aluminio, film… rozan los dos millones de euros.
Contrariamente a la tendencia que ya se aprecia en otros vertederos y plantas de reciclaje de España, el nivel de entrada de basura de León en el CTR aún no vislumbra, como termómetro de consumo, síntomas de recuperación económica tras los largos años de recesión. En otros puntos del país ya se cifra el aumento de actividad por encima del 5%. De hecho, la generación de residuos de 2014 y 2015 ha permanecido en la provincia en cifras prácticamente idénticas, alcanzando, junto con el ejercicio de 2013, los registros más bajos de entrada de basura en el centro de San Román desde 2007.
El desplome del consumo y la crisis, que azota aún a sectores como el comercio y la hostelería, explican la menor generación de basura por parte de los leoneses, además del factor determinante de la pérdida de población constante año a año y la existencia de una mayor conciencia de ahorro y responsabilidad ante los residuos.
La menor generación de desechos como vidrio, papel y cartón también está influyendo en los ingresos de ayuntamientos a través de la venta de estos materiales de forma directa, ya que en estos años de crisis el volumen del ‘negocio’ ha disminuido
En el caso del CTR de San Román a la bajada de entrada de residuos, hay que sumar el bajo ratio de tratamiento de los residuos que llegan hasta sus instalaciones. Alcanza un 30%, a pesar de que el contrato firmado con la UTE obligaba al doble. Este bajo porcentaje explica el principal motivo por el que el vaso actual está ya al borde de la saturación.
Un mayor índice de aprovechamiento de los residuos reciclables permitiría, además, al consorcio contar con más volumen de negocio anual y, por lo tanto, rentabilizar más la basura de la provincia con ingresos por la venta de materiales.
Fuente: Diario de León