En 2019, la gestión de residuos urbanos emitió a la atmósfera casi 15 millones de toneladas de CO2 equivalente.
La gestión de los residuos municipales es responsable del 4,6 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, y en 2019 alcanzó los casi 15 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente. Así se puso de manifiesto la semana pasada en una jornada organizada por la Alianza Residuo Cero junto al Buró Europeo de Medioambiente y Zero Waste Europe.
El encuentro se celebró con motivo de la redacción de la nueva Ley de Residuos, actualmente en fase de elaboración del Proyecto para su presentación en las Cortes Generales en las próximas semanas, y su objetivo, en palabras de las organizaciones convocantes, fue “visibilizar la alarmante situación de la gestión de residuos en el Estado español y apuntar medidas que deben tomarse de manera contundente y urgente”.
La sesión giró en torno a los tratamientos finalistas de los residuos municipales -tratamientos de vertido e incineración- que son los que tienen un peor comportamiento ambiental.
Tal y como se mostró en la jornada de debate, la mayor parte de los residuos municipales se recogen mezclados y se tratan en las plantas de tratamiento mecánico-biológico (TMB), en donde se estabiliza la materia orgánica, que en su mayor parte acaba en los vertederos. De lo que sí se recicla, la mayor parte proviene de las recogidas selectivas; es decir, lo que no es separado en los hogares tiene una alta probabilidad de acabar en un vertedero.
Francisco Peula, de Rethinking.org, detalló el caso concreto de la planta de tratamiento biológico mecánico de Granada: “Con el modelo actual y con el contenedor amarillo no se van a poder cumplir los objetivos de recuperación de botellas de plástico en 2027 y 2029. A día de hoy, en la planta de TMB de Granada, más del 85 % de los envases que recuperamos todavía vienen del contenedor gris”.
Malos datos de gestión de residuos
El pasado mes de enero, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicó los datos oficiales de la gestión de los residuos municipales, según los cuales, de los 22,26 millones de toneladas de residuos generadas:
- El 53,4% se enviaron a vertedero. Esta cifra contrasta con la media europea -que se sitúa en el 25 %- y con las obligaciones a futuro, ya que en 2035 no podrá superar el 10%.
- Se recicló el 18%, en su mayor parte de residuos provenientes de las recogidas selectivas.
- Se estabilizó el 17% de la materia orgánica, que en su mayor parte acabó en los vertederos.
- Se incineró el 11,6% en las once plantas de valorización energética existentes y en fábricas de cemento.
- Tan solo se elaboraron 0,5 millones de toneladas de verdadero compost utilizable como fertilizante en la agricultura.
Con estos datos, en el mejor de los casos se preparó para la reutilización y el reciclaje el 35% del total de residuos generados, muy lejos del 50 % exigido para el 2020 por la Directiva Marco de los residuos.
A la vista de la situación, Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción, manifestó que “es preocupante el estancamiento, pues los datos de 2019 son similares a los de 2018 y no se observan avances en la mejora en la gestión, sino todo lo contrario. Y dado que no se observan cambios legislativos ni prácticas disruptivas en ese sector, es más que probable que el Estado español haya incumplido ese objetivo en 2020”. Ello ha llevado a 16 entidades ambientalistas a “denunciar al Reino de España ante la Comisión Europea recientemente. Además, por desgracia no se vislumbran procesos de mejora, pues esos resultados de 2018 fueron peores que los del 2017”.
Las organizaciones convocantes reclamaron la implantación urgente de medidas que ayuden a mejorar estos pobres datos en materia de gestión de residuos, como el impulso a la prevención y la reutilización, la recogida selectiva de materia orgánica o el cese de la incineración.