La asociación alemana de gestión de residuos BDE reclama también más incentivos para impulsar el mercado de materias primas secundarias y protección frente a la competencia desleal de terceros países.

Gestores de residuos reclaman una agencia europea de economía circular
Planta de gestión de residuos. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

En su reciente informe sobre la competitividad de la UE, Mario Draghi destaca la importancia de la economía circular como solución a retos clave, además de la necesidad de grandes inversiones. Una visión que ha sido bien recibida por los gestores de residuos, ya que refleja que una economía circular podría impulsar la descarbonización y reducir las dependencias en el suministro de materias primas críticas.

Es el caso de la asociación alemana de gestores de residuos, BDE, que ha manifestado en una nota su acuerdo con la visión del expresidente del banco Central Europeo y, yendo un poco más allá, ha pedido una Agencia Europea de Economía Circular centralizada para impulsar y apoyar eficazmente los procesos de transformación necesarios en los Estados miembros de la UE.

«Reforzar la competitividad de la UE a nivel mundial no puede lograrse sin la transición a una economía circular. Mario Draghi está de acuerdo en que la economía circular ofrece a Europa la oportunidad no solo de alcanzar sus objetivos medioambientales ampliando los procesos de reciclaje y utilizando los recursos de forma más eficiente, sino también de reforzar su competitividad económica», ha comentado la presidenta del BDE, Anja Siegesmund, sobre el informe.

«Sin embargo, son necesarios mayores incentivos para el mercado de materias primas secundarias. En la actualidad, nuestras empresas de economía circular aún no pueden competir con los productores de materias primas primarias, a pesar de que ya tienen una mejor huella ecológica. Los políticos deben crear los incentivos necesarios a través de la regulación», ha aladido.

La BDE también ve potencial de mejora en la contratación pública, donde debería promoverse el uso de materias primas más ecológicas. Al mismo tiempo, pide proteger a las industrias europeas de la competencia desleal de terceros países, por ejemplo mediante la importación de reciclados plásticos baratos de Asia. Estos materiales a menudo se etiquetan falsamente como reciclados o se producen de forma más barata bajo normas medioambientales menos estrictas, lo que coloca a los reciclados europeos en una posición de desventaja.

Así, los gestores de residuos alemanes reclaman a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que cumpla las exigencias de Mario Draghi y aproveche las oportunidades que ofrece la economía circular para superar los problemas de competencia de la UE.

«Confiamos en que la Comisión continúe en el camino hacia una economía circular integral que emprendió con el Green Deal en la nueva legislatura con el Clean Industrial Deal. Ahora tenemos que invertir en la transformación y la salvaguardia de una posición empresarial resiliente», ha dicho Siegesmund. Aunque el informe no tiene consecuencias legislativas inmediatas, se espera que se tenga en cuenta en el programa de la nueva Comisión Europea.

Tres áreas de actuación

El pasado 9 de septiembre, Mario Draghi, exprimer ministro italiano y expresidente del Banco Central Europeo, presentó su informe sobre la competitividad de la Unión Europea. Su evaluación no es muy positiva en general: el bajo crecimiento, la falta de fuerza innovadora y la disminución de la inversión están poniendo a la UE bajo presión en una comparación global, mientras que China y EE.UU. afianzan su posición dominante.

Draghi subraya tres áreas clave de actuación para la próxima legislatura: en primer lugar, debe cerrarse la brecha de innovación con EE.UU. y China. Europa a menudo no consigue transferir sus puntos fuertes a industrias competitivas a nivel mundial, especialmente cuando se trata de tecnologías avanzadas. Por ello, muchas empresas de nueva creación emigran a terceros países.

En segundo lugar, el informe subraya la necesidad de un plan conjunto de descarbonización y competitividad. Los elevados precios de la energía son una carga para las industrias europeas, por lo que se requiere un equilibrio entre objetivos climáticos ambiciosos y una política industrial competitiva.

Finaolmente, Draghi llama la atención sobre la dependencia del exterior de materias primas críticas y tecnologías digitales, que hacen a Europa más susceptible a la inestabilidad geopolítica.

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