La asociación europea FEAD celebra que el Clean Industrial Deal reconozca la importancia de la circularidad, pero considera que no respalda lo suficiente al sector de la gestión de residuos y el reciclaje.
La Asociación Europea de Gestión de Residuos, FEAD, ha celebrado la publicación el pasado miércoles del acuerdo para una industria limpia (Clean Industrial Deal) por parte de la Comisión Europea, y en particular su ambición de posicionar a la UE como líder mundial en economía circular para 2030. La Comisión reconoce específicamente que la circularidad es clave para maximizar los recursos limitados de Europa, reducir las dependencias, aumentar la resiliencia y crear un modelo industrial más competitivo y con bajas emisiones de carbono.
Sin embargo, para que la circularidad sea realmente una prioridad, «se requiere un conjunto de medidas contundentes para garantizar que los reciclados sean más competitivos frente a los materiales vírgenes en el mercado de la UE», afirma la organización en un comunicado.
Así, FEAD apoya firmemente la contratación pública ecológica obligatoria y los objetivos de contenido reciclado para impulsar la demanda de materiales recuperados. Pero «estos objetivos no deben diluirse mediante la inclusión de residuos preconsumo o materiales de base biológica, ya que estos últimos a menudo provienen de fuentes vírgenes y no contribuyen a la verdadera circularidad».
Por otro lado, la circularidad no debe verse limitada por lo que FEAD considera «restricciones artificiales» como los requisitos de reciclaje en circuito cerrado o los impuestos a la exportación de residuos. En lugar de tasas a la exportación, «la UE debería incentivar el mantenimiento de materiales valiosos dentro de Europa a través de medidas económicas positivas, garantizando que los reciclados permanezcan en el mercado europeo de forma competitiva».
Una de las claves del Clean Industrial Deal es el apoyo a las industrias que consumen mucha energía y al sector de las tecnologías limpias, pero «las industrias de reciclaje también deben beneficiarse de unos costes energéticos más bajos». Muchos procesos de reciclado, como el reciclaje de plásticos, requieren elevados insumos energéticos. «Apoyarlos mejorará la competitividad del sector y, en consecuencia, reducirá la dependencia de las materias primas vírgenes».
Descarbonización de la industria
Respecto a la Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial, aprobada también el miércoles y que pretende impulsar la demanda de productos limpios fabricados en la UE, «este enfoque debe aplicarse también a los materiales reciclados», afirma FEAD.
«Los reciclados producidos en Europa deben tener prioridad sobre los materiales vírgenes y los reciclados no certificados procedentes de terceros países», insiste la organización. La UE ha establecido sólidos marcos normativos para garantizar la calidad y las normas medioambientales de los materiales reciclados, y estos esfuerzos «no deben verse socavados por la afluencia de materiales más baratos y no conformes procedentes de fuera de Europa».
La presidenta de FEAD, Claudia Mensi, ha declarado que «apoyamos firmemente el reconocimiento de la circularidad por parte del Clean Industrial Deal como pilar clave de la competitividad y la sostenibilidad europeas. Sin embargo, garantizar una verdadera igualdad de condiciones entre los materiales reciclados y los vírgenes requerirá medidas políticas firmes para crear un sector de reciclaje competitivo, incentivar la demanda y apoyar las necesidades de la industria, como la reducción de los costes energéticos».