La empresa municipal Emulsa reactiva el control de apertura mediante tarjeta ciudadana de los contenedores marrones, que incorporarán también una nueva tapa para facilitar la separación de biorresiduos domésticos.

Los contenedores de residuos orgánicos de Gijón volverán a abrirse con la tarjeta ciudadana

La Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón (Emulsa) ha comenzado la instalación de nuevas tapas con boca de gran tamaño en los cerca de 1.400 contenedores marrones para la recogida de residuos orgánicos del municipio, en los que también se llevará a cabo una puesta a punto de las cerraduras. Esta actuación, con un presupuesto de 465.900 euros, cuenta con financiación europea a través de los fondos NextGenerationEU del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y se extenderá durante los próximos tres meses.

La iniciativa responde a las peticiones y quejas de la ciudadanía sobre el inconveniente de tener que tocar la tapa, para facilitar la correcta separación de los residuos orgánicos y, a su vez, a la necesidad de reactivar el control de acceso mediante la Tarjeta Ciudadana del Ayuntamiento de Gijón tras un periodo de prueba en el que las cerraduras estuvieron desactivadas.

Durante dicho periodo se observó un aumento considerable de residuos impropios en los contenedores de orgánica, pasando de apenas un 10% a superar el 30%, lo que ha generado advertencias de Cogersa (Consorcio para la Gestión de Residuos en Asturias) sobre la posibilidad de penalizar económicamente el tratamiento de residuos orgánicos, hasta ahora gratuito, aumentando hasta 80 euros por tonelada.

Mejorar el reciclaje

La correcta separación de los residuos orgánicos es fundamental para mejorar la tasa de reciclaje de Gijón, que actualmente se sitúa en un 36,2%, lejos de los objetivos exigidos por la Unión Europea. La falta de cumplimiento de esta meta previsiblemente acarreará sanciones a la ciudad, con multas que podrían alcanzar el millón de euros anuales si a partir de 2025 no se alcanza el 55% de reciclaje requerido para ese año.

Según datos recientes de Emulsa, en lo que va de año se han recogido 3.939 toneladas de residuos orgánicos para su valorización como compost y electricidad, un incremento del 8,42% (incluidos los impropios) con respecto a las 3.633 toneladas recogidas en el mismo periodo del año pasado. La separación de la orgánica no solo contribuye a cumplir los objetivos de reciclaje exigidos por la UE, sino que reduce el volumen de residuos destinados al vertedero, con un impacto directo en los costes de gestión de residuos y, por ende, en la tasa de basura que paga la ciudadanía.

El aumento de residuos impropios en los contenedores de orgánica, especialmente en aquellos sin cerradura, dificulta el proceso de reciclaje y podría conllevar que estos desechos no se valoricen, sino que sean enviados al vertedero con el consiguiente coste adicional. Las últimas caracterizaciones de residuos realizadas por Cogersa confirman un incremento de residuos no orgánicos (como plásticos, cartones, tetrabriks, pañales y otros) en los contenedores marrones, lo que aumenta el riesgo de perder la gratuidad del tratamiento para la fracción orgánica.

Emulsa ha recordado que un reciclaje adecuado permite cumplir con las normativas y reduce los costes de gestión de residuos, un ahorro que repercute directamente en la tasa de basura que pagan los ciudadanos de Gijón.

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