La instalación eliminará hasta en un 80% los residuos generados por una EDAR y además generará energía eléctrica para su autoabastecimiento.
La empresa ilicitana Greene Waste to Energy continúa el desarrollo del proyecto para desarrollar e instalar una planta de gasificación para tratar lodos de depuradora en Creta (Grecia). Técnicos de las empresas que forman el consorcio del Programa Life Biosolids2Energy han dado el visto bueno para comenzar las tareas de ensamblaje de la planta, así como las primeras pruebas de funcionamiento que se desarrollarán en las instalaciones de la empresa ubicadas en el parque empresarial de Elche.
Durante varios meses, se han recibido las distintas piezas que componen la planta y actualmente los técnicos se encuentran en la fase de montaje de la misma. A partir de ahora, comenzarán las pruebas de funcionamiento. Según las expectativas de los socios que integran el proyecto, está previsto que la planta se traslade a la ciudad de Rethymno, en Creta, a principios de 2019. En los últimos días, técnicos y expertos procedente de la Universidad de Creta (TUC), el Centro Tecnológico de Energía y Medio Ambiente (Cetenma) de Murcia, la empresa municipal de abastecimiento de agua y alcantarillado de la ciudad de Rethymno (Creta) y la compañía británica Enginnov Construction han visitado Elche para abordar las últimas cuestiones antes de iniciar las pruebas.
El objetivo de este proyecto, financiado por la Unión Europea y que cuenta con un presupuesto de 2 millones de euros, es aprovechar los lodos procedentes de la depuradora de la ciudad cretense y convertirlos en energía, de modo que se reduzca en un 80% los residuos no utilizados hasta ahora y se limite la contaminación que generan.
El gas obtenido se transformará en electricidad y calor mediante cogeneración y permitirá importantes ahorros energéticos en la EDAR
El gas obtenido se transformará en electricidad y calor mediante un proceso de cogeneración y permitirá importantes ahorros energéticos en la depuradora, ya que con él se producirá energía eléctrica suficiente para autoabastecer la operación y el mantenimiento de esta planta de tratamiento de aguas residuales y a la vez se dará salida a un residuo (lodos) que en la actualidad no tiene un destino inmediato, más allá de la deposición en vertederos. Este proceso de gasificación de lodos es neutro en cuanto a huella de carbono.
El responsable del proyecto en Greene, Enrique Aráez, ha explicado que “los planes del Consorcio Life son terminar el ensamblaje de las piezas de la planta durante este mes de junio, para proceder a las primeras pruebas en vacío –sin residuos– durante julio. A partir de agosto, realizaremos pruebas con lodos desecados para comprobar el comportamiento de la instalación”.
Un residuo problemático
Según Aráez, “uno de los problemas más acuciantes en materia de gestión de residuos los genera los lodos de las estaciones depuradoras de agua. En España se generan 1,2 millones de toneladas al año, como ejemplo. Y gran parte de ellas, la mayoría, termina en los vertederos”. Fundamentalmente, porque la composición de esta materia no lo hace apta en todos los casos a su destino como fertilizante para el sector agrícola. Al mismo tiempo, la propia Unión Europea ha establecido límites al destino de estos residuos a los vertederos por los problemas medioambientales que genera su enterramiento, aun controlado.
“Por ello, entendemos que nuestra planta de gasificación logra una doble ventaja. La primera, elimina hasta en un 80% estos residuos en el proceso de gasificación; además, genera energía eléctrica sin generar gases que incrementan el efecto invernadero que causa el cambio climático”, añadió Aráez. A partir de la culminación de todas las pruebas programadas se procederá a su montaje en la planta depuradora de Rethymo (Creta), que estará en funcionamiento en 2019.