La ONG lamenta que la industria esté usando conceptos como biodegradable o compostable como estrategias de “greenwashing”, en lugar de aplicar soluciones reales para el medioambiente.
Greenpeace acaba de publicar informe “Tirando el futuro”, con el que quiere alertar de las «falsas soluciones que las marcas y los supermercados ponen en circulación para ganar clientes». Se refiere así a los plásticos de origen biológico que, a menudo, se publicitan erróneamente como biodegradables o compostables, y que algunas empresas están usando como alternativa a los plásticos derivados de combustibles fósiles.
Según explica la organización ecologista en un comunicado de prensa, «solo el 1% del plástico disponible en el mercado es de origen biológico, fabricado con material como maíz o caña de azúcar y en su mayoría se sigue componiendo parcialmente de plástico de origen fósil».
Cabe pensar que al tener algún origen biológico, este tipo de plástico es “degradable” y se descompone fácilmente, «pero las condiciones de temperatura y humedad necesarias para ello rara vez se dan en el entorno natural, descomponiéndose simplemente en trozos hasta generar microplásticos«. Además, en la producción del plástico de origen biológico se pueden emplear también aditivos químicos similares a los de la producción convencional.
El informe también cuestiona alternativas como el papel «que solo trasladan el problema a otros ecosistemas como los bosques».
Por ello, Greenpeace tacha estas estrategias de “greenwashing” o lavado de imagen, pero afirma que no son la solución. «La única vía es ser transparentes, priorizar la reducción e invertir en sistemas de distribución reutilizables y recargables», añade.
En el mundo solo se recicla el 9% del plástico
Se estima que en todo el mundo solo se recicla el 9% del plástico. En nuestro país, según un informe de Greenpeace se reciclan alrededor del 25% de los envases plásticos y el resto termina en incineradoras, vertederos o directamente desperdigado por el medioambiente.
«Aunque el sistema funcionara correctamente, que no es el caso, no tendría capacidad de reciclar al ritmo de producción: solo en 2017, el mercado de los envases de plástico flexible (envoltorios, bolsas, sobres monodosis, etc.) creció un 19%», afirma la ONG. Por ello, considera que ni el reciclaje convencional ni el químico están siendo soluciones reales. “Las alternativas a los envases de plástico son los reutilizables y recargables. No hay más”, resume el responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, Julio Barea.