Sergio Sastre Sanz.
Una nueva herramienta calcula y visualiza la distancia entre el modelo actual de gestión de residuos de las CCAA y los escenarios que permitan a cada una de ellas el cumplimiento de los objetivos de reciclaje marcados por la UE, comparando las distintas vías alternativas posibles para alcanzarlos.
La Directiva Marco de Residuos, recientemente modificada en el contexto de la aprobación del paquete de economía circular, establece los porcentajes de reciclaje de residuos municipales que deberán alcanzar los Estados Miembros en los próximos años, aumentando progresivamente del 50% en 2020 al 65% en 2035. En el Estado español, según el PEMAR, las Comunidades Autónomas (CCAA) deberán cumplir con estos mismos objetivos (página 15 del PEMAR), lo cual plantea un gran reto en la gestión de residuos a nivel regional en los próximos años.
Con el objetivo de entender la distancia entre el modelo actual de gestión de residuos de las CCAA y los escenarios que permitan el cumplimiento de los objetivos en cada una de ellas, Sergio Sastre e Ignasi Puig (ENT), en colaboración con Jaume Llopart (Institut de Physique du Globe de Paris, Institut de Ciències del Mar del CSIC) hemos desarrollado una herramienta que calcula y visualiza esta distancia y compara los posibles caminos a seguir para cumplir con los compromisos en materia de reciclaje. Esta herramienta funciona de la siguiente manera:
- Se introducen una serie de parámetros sobre el sistema a analizar (porcentajes de recogida selectiva de las diferentes fracciones, porcentaje de residuos mezclados a vertedero e incineradora, porcentaje de residuos mezclados a tratamiento mecánico-biológico (TMB), eficiencia de los diferentes tipos de tratamiento).
- Se define el objetivo de reciclaje a conseguir (por ejemplo, 50%).
- La herramienta calcula todas las combinaciones de tres variables que, dada la eficiencia que hemos introducido¹, nos permitiría cumplir con el objetivo planteado. Estas tres variables son el porcentaje de recogida selectiva, el porcentaje de residuos mezclados que van a TMB y el porcentaje de residuos mezclados que van a vertedero. Elegimos estas tres variables porque nos parece que sintetizan muy bien la estructura de los sistemas de gestión a escala regional y que son relevantes a la hora de evaluar su funcionamiento.
- Finalmente, la herramienta representa los resultados en un gráfico ternario que permite una visualización rápida e intuitiva, para saber dónde estamos y los caminos alternativos para cumplir con los objetivos.
Como ejercicio preliminar para poner a prueba la herramienta, hemos realizado una simulación para todas las Comunidades Autónomas, basándonos en los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y del INE para el año 2014. A modo de ejemplo exponemos el caso de la Comunidad de Madrid y de la Comunidad Valenciana. Los resultados se muestran en la figura.
El eje izquierdo del triángulo indica el porcentaje de vertido e incineración sin previo tratamiento. El eje derecho indica el porcentaje de residuos a TMB. El eje inferior es el porcentaje de recogida selectiva. El punto azul representa la situación de estas CCAA en 2014, mientras que el área en color morado representa los lugares dentro del triángulo en que debería situarse el punto azul para cumplir con un reciclaje del 50%, suponiendo los mismos rendimientos en las tecnologías de tratamiento. En la figura de la Comunidad de Madrid, se han añadido tres fechas que indican cómo se leen los puntos con respecto a lo ejes.
De acuerdo con los datos de MAPAMA, en 2014 la Comunidad de Madrid recogía selectivamente alrededor de un 15% de los residuos generados, mientras que enviaba a vertedero/incineradora sin tratamiento previo algo más del 40%, enviando el restante 45% a TMB. Para cumplir con el 50% de reciclaje con la tecnología actual, Madrid tiene varias alternativas representadas como puntos de colores. El punto amarillo sería la combinación que maximiza el vertido directo, y que coincide con los valores actuales. Es decir, Madrid podría cumplir con el 50% de reciclaje sin reducir el vertido, pero como contrapartida tendría que aumentar la recogida selectiva por encima del 50% y reducir prácticamente a cero las cantidades tratadas en TMB. Otra opción, sería mantener la proporción actual de TMB (punto rojo), para lo cual el vertido directo debería disminuir aproximadamente al 15% y aumentar al 45% la recogida selectiva. Una tercera opción (punto naranja), sería aumentar las recogida selectiva hasta el 45%, y los residuos a TMB hasta el 55% eliminando el vertido directo. Este caso ilustra intuitivamente las contrapartidas en términos de recogida selectiva, vertido y TMB de las posibles alternativas para alcanzar un 50% de reciclaje.
Por su lado, la Comunidad Valenciana en 2014 enviaba aproximadamente un 90% de los residuos a TMB y tenía un 10% de recogida selectiva, mientras que no enviaba residuos sin tratar a vertedero o incineradoras. El camino hacia el cumplimiento en la Comunidad Valenciana (llevar el punto azul al área morada) tiene varias alternativas. Por ejemplo reducir la proporción de residuos que van a TMB hasta el 85%, e incrementar la recogida selectiva hasta el 15% (punto rojo). Lo más interesante de la figura de la Comunidad Valenciana es que todas las opciones de cumplimiento para 2020 pasan por reducir la proporción de residuos que van a TMB, lo cual indica una sobrecapacidad “estratégica” de este tipo de tratamiento.
Esta herramienta se puede utilizar en el contexto autonómico para evaluar y hacer seguimiento de los planes autonómicos de gestión de residuos, y para saber si nos acercamos al cumplimiento de los objetivos. También se puede utilizar a escala local y estatal.
Los detalles metodológicos se darán a conocer a través de un artículo científico en vías de publicación y estamos preparando un software sencillo que lanzaremos en los próximos meses para que las administraciones públicas puedan utilizarlo.
1 Si se quiere simular un incremento de la eficiencia para realizar estimaciones sobre el efecto de una mejor tecnología de tratamiento, solo habría que realizar una segunda simulación con los datos de eficiencia modificados y comparar los resultados.
Fuente:
ENT