El uso de este biocombustible permite valorizar un subproducto de la industria agroalimentaria a la vez que fomenta la economía local.
Dos calderas de biomasa KWB Multifire USV D 80 son las responsables desde el pasado mes de mayo de aportar la calefacción y el agua caliente necesarios para cubrir las necesidades del Hotel Cortijo Molino del Arco, en Ronda (Málaga). Cabe destacar que las calderas utilizan el combustible más accesible de la zona, el hueso de aceituna, valorizando así este residuo agroalimentario y fomentando también la economía y el empleo local.
El hotel cortijo tiene una superficie de 1.200 m2 y se calienta mediante un sistema de radiadores. Hasta el momento utilizaba propano, unos 14.000 kg al año. La potencia instalada en calderas de biomasa es de 160 kW y se prevé un ahorro de unos 12.000 euros anuales. Además, se evitará la emisión anual de alrededor de 43 toneladas de CO2.
Las dos calderas cuentan con su sistema de alimentación independiente de 4,85 m de largo y 1,85 m de ancho cada uno. Los silos están equipados con un tornillo sinfín insertado en un canal y provistos de suelo inclinado de madera a 35 grados. La capacidad del silo es de aproximadamente 20.000 kg de pellets o hueso de aceituna, con lo que se calcula que únicamente será necesario llenarlo dos veces al año.
Las calderas llevan un control secuencial para evitar que el desgaste de una de ellas sea mayor, de manera que la caldera “máster” –la que funciona a mayor carga o de manera principal– se va alternando cada semana.
La empresa responsable de la instalación es Genesia, con el apoyo y asesoramiento en biomasa de Ingener del Sur, empresa colaboradora de HCIB en Andalucía.