La organización cuenta con más de 5.000 contenedores distribuidos por todo el país para la recuperación de prendas y otros residuos textiles a los que poder dar una segunda vida.
La organización Humana Fundación Pueblo para Pueblo recogió el año pasado un total de 17.983.029 kg de textil usado en España, cifra cifra representa un aumento del 6,7% respecto a 2015 (16.853.294 kg). El promedio de donaciones por contenedor creció además un 9,5%. Desde 1987, esta ONG promueve la protección del medio ambiente a través de la reutilización de textil y lleva a cabo programas de cooperación en África, América Latina y Asia así como de apoyo local en España.
La Fundación tiene instalados 5.100 contenedores gracias a los acuerdos con más de 2.000 ayuntamientos y entidades privadas. Los ciudadanos depositan en ellos la ropa, el calzado, los complementos y el textil de hogar que ya no utilizan y a los que se les da una segunda vida. Es un servicio gratuito y representa un ahorro importante en los gastos de recogida y eliminación de residuos sólidos urbanos.
En opinión de Elisabeth Molnar, directora general de la Fundación, las causas de este incremento son “una mayor conciencia medioambiental por parte de la ciudadanía así como un claro interés por promover un modelo de economía circular que prolongue la vida del textil. Además, el ciudadano apuesta por darle una segunda vida a su ropa usada gracias en buena parte al esfuerzo que ayuntamientos, empresas y entidades como la nuestra hacen para dotarle de un fin social”.
Pioneros en recogida selectiva
La ropa puede considerarse como la primera fracción que inauguró en España el modelo de recogida selectiva de residuos. Y la Fundación Humana, que este año celebra su 30º aniversario, fue pionera en la recogida y preparación para la reutilización de ropa usada, en los inicios con contenedores de madera ubicados en la calle. Hoy, la recogida se lleva a cabo con contenedores metálicos de última generación que garantizan altos de niveles de usabilidad y seguridad.
Desde 1987, la Fundación ha logrado que se reutilicen 28 millones de prendas, distribuidas a través de su red de tiendas secondhand.
La reutilización y el reciclaje de textil contribuyen a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático: además de recuperar las prendas, se evita su depósito en vertedero contribuyendo a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3,169 kg de CO2, según datos de la Comisión Europea.
Las casi 18.000 toneladas recogidas el año pasado representan un ahorro de 57.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. O lo que es lo mismo: equivale a que 3,1 millones de coches dejen de circular durante un día, o que 913 millones de árboles dejen de absorber elementos contaminantes también en un día.
Jerarquía de gestión de residuos
Las prendas depositadas en los contenedores de Humana tienen dos destinos: alrededor del 60% se trata en las plantas de clasificación de la Fundación (en Madrid, Barcelona y Granada) y el resto se vende a empresas de reciclaje.
Las prendas tratadas en las plantas se distribuyen de la siguiente forma:
- El 51% de la ropa clasificada se prepara para la reutilización: el 13% se destina a las tiendas secondhand que Humana tiene en España y el 38% se vende a precios bajos para generar recursos para la cooperación al desarrollo.
- El 36% se encuentra en un estado que no permite su reutilización por lo que se vende a empresas de reciclaje textil.
- El 5% es destinado a Combustible Derivado de Residuo (CDR) con la ayuda de empresas especializadas.
- El 8%, a tratamiento final porque está compuesto por material que no se puede reutilizar ni reciclar dado su estado.
La directora general de Humana añade: “Los residuos representan un reto fundamental en la conservación del medio ambiente y en el desarrollo sostenible. Mediante la recuperación de la ropa usada, conseguimos reducir el volumen global de residuos de la fracción resto además de posibilitar la reutilización y recuperar materias primas. Y lo hacemos con un objetivo: alargar la vida útil de las prendas e impulsar proyectos sociales”.