La consultora aragonesa y el el centro tecnológico están trabajando en el Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico (CERFO) para desarrollar estrategias de separación, reutilización y valorización de los distintos componentes de los paneles solares.
El primer parque fotovoltaico de España entró en funcionamiento en 1985. A partir de ahí, el desarrollo de esta energía renovable ha sido imparable, viviendo su primer ‘boom’ a principios de la década de los 2000. Esto significa que estos primeros parques ya han cumplido más de 20 años y están acercándose al final de su vida útil.
Llegados a este punto, toca pensar en gestionar la gran masa de placas solares usadas en un futuro cercano. La normativa de la Unión Europea obliga a reciclar los componentes de los equipos y a partir de 2025 no será posible acumular palas de aerogeneradores, placas solares o baterías en los vertederos.
Aunque los paneles fotovoltaicos son reciclables, las placas se fabrican a base de una combinación de vidrio, aluminio, silicio y plástico y el problema principal radica en separar los materiales.
Con el fin de anticiparse a este reto y generar soluciones a este problema futuro, ya hay empresas trabajando en iniciativas pioneras, como la de la consultora aragonesa Ibersyd con su Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico (CERFO).
La realidad del reciclaje de paneles solares es más complicada que pensar que únicamente hay que desmontarlos y reutilizar los componentes; por ello, CERFO, en colaboración con el centro tecnológico CIRCE dentro del proyecto ‘Si-Recycle’, está trabajando en investigar las tecnologías de reciclado que pueden ser aplicables desde una perspectiva técnica y económica. Se espera que gracias a este proyecto, CERFO pueda desarrollar la vía más prometedora en sus futuras instalaciones.
El centro tecnológico CIRCE ha acompañado en todo el proceso del proyecto a Ibersyd, desde la identificación de las tecnologías de reciclaje térmico idóneas hasta el diseño y escalado industrial, pasando por pruebas en su laboratorio propio que han ayudado a validar su viabilidad técnica y económica.
De esta manera, se ha desarrollado una metodología conjunta orientada a implementar estrategias de separación de los distintos componentes de los paneles, buscando la reutilización como materia prima reciclada en aquellos casos en los que es posible como el vidrio o el aluminio, e investigando cómo valorizar el resto del panel.