La patronal del sector recuerda que en caso de incendio el gestor perdería valiosos recursos, dado el precio positivo del material almacenado, además del daño a la maquinaria y las instalaciones.
La Asociación Nacional de Recicladores de Plásticos, Anarpla, ha salido al paso de las continuas informaciones aparecidas en los medios de comunicación, referentes a los incendios ocurridos en “plantas de reciclaje”. A través de un comunicado, la organización ha querido poner de manifiesto que «en ninguno de los casos registrados en los últimos seis años ha estado involucrada ninguna instalación de reciclado mecánico de plástico con autorización R-3 de gestión de residuos».
El sector de gestión de residuos abarca multitud de procesos tales como la recogida, almacenamiento, selección y valorización, por lo que, en caso de que realmente haya un problema de seguridad, Anarpla recuerda que «es necesario identificar a que actividad del proceso afecta para su posterior análisis e implementación de medidas».
Según explica el comunicado, el sector de valorización y reciclado mecánico de materias plásticas R-3 está formado únicamente por las empresas que realizan operaciones de recuperación y reciclado de plásticos, y cuentan con la autorización para Valorización R-3, de conformidad con la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados.
Anarpla asegura que el sector del reciclado mecánico de plásticos en España es uno de los más potentes, seguros y consolidados de Europa, formado por más de 120 empresas y entre 3.500 y 4.000 puestos de trabajo directos. En 2017 el sector produjo 754.244 toneladas de plástico posconsumo reciclado. Se estima que su actividad evitó la emisión de 241.135 millones de kg de CO2 equivalente.
Sin embargo, la seguridad y protección de sus instalaciones no es tan conocida. En este sentido, Anarpla recuerda que «las plantas de reciclado mecánico de plásticos en España cumplen con toda la legislación vigente en materia industrial y medioambiental». Y en el caso específico de los incendios, las instalaciones «están sometidas a reglamentaciones de prevención y lucha contra incendios, planes de prevención y de autoprotección, que son de obligado cumplimiento».
En el caso concreto de los asociados a Anarpla, estos se rigen por el Manual de Buenas Prácticas Ambientales, donde se detalla la legislación de aplicación, con especial dedicación a los envases ligeros. Además, la gran mayoría de las instalaciones de reciclado mecánico de plásticos están certificadas de forma voluntaria por las normas ISO 9001 de calidad y la ISO 14001 de gestión medioambiental.
Material con un precio positivo
El material almacenado en las instalaciones de reciclado mecánico de plásticos «tiene un precio positivo», por lo que, «en caso de incendio, el gestor perderá valiosos recursos, poniendo en riesgo la generación de empleo y riqueza, sin tener en cuenta que no solo se daña el material, sino, también, la maquinaria y las instalaciones de la planta, lo que requerirá una posterior inversión», explica la asociación.
Y recuerda que «en caso de incendio en las instalaciones, el seguro nunca cubrirá los daños al completo, la empresa tendrá serias dificultades para renovar la póliza de seguro al año siguiente, y, además, se verá obligada a parar su actividad durante todo el tiempo que conlleve la reparación de los daños y la nueva puesta en marcha».
Por todo ello, Anarpla insiste en que «las instalaciones de reciclado mecánico de plásticos son seguras y un incendio en este tipo de instalaciones nunca será intencionado».