La asociación sectorial ReMA advierte que la industria estadounidense de materiales reciclados es un exportador neto y genera cerca de 600.000 puestos de trabajo en todo el país que pueden ponerse en riesgo.

Los aranceles de Trump y la industria del reciclaje

La Asociación de Materiales Reciclados (ReMA), con sede en Washington D.C. y en representación de la industria estadounidense del reciclaje, ha publicado una declaración de rechazo a los nuevos aranceles de importación anunciados por Donald Trump, y que previsiblemente conllevarán contramendidas en muchos países.

«La Asociación de Materiales Reciclados ha apoyado durante mucho tiempo las políticas comerciales libres y justas. La imposición de nuevos aranceles a nuestros socios comerciales internacionales perturbará significativamente las operaciones de fabricación y reciclaje de los Estados Unidos que dependen de insumos de materiales reciclados», afirma la organización.

En su comunicado, ReMA recuerda que «la industria estadounidense de materiales reciclados es un exportador neto y mantiene cerca de 600.000 puestos de trabajo en todo el país, con las exportaciones de materiales reciclables ayudando a reducir el déficit comercial de Estados Unidos».

La organización insiste además en que «los recicladores estadounidenses dependen del acceso al mercado internacional para mantener su fuerza de trabajo y estos nuevos aranceles, y cualquier medida de represalia que puedan provocar, sólo reducirán la competitividad de nuestra industria y de los fabricantes que dependen de los materiales reciclados».

No obstante, ReMA  insiste en «seguir trabajando con la Administración y el Congreso para apoyar el crecimiento de la fabricación estadounidense y de la economía estadounidense en general, ya que ambos se benefician de una industria fuerte de materiales reciclados».

Un estudio reciente del Instituto Kiel para la Economía Mundial ya anunciaba que los aranceles de Trump al acero y el aluminio perjudicarían más a los propios EE.UU. que a la Unión Europea, para la que, al menos a corto plazo, solo supondría una disminución real del PIB del 0,02%. Este efecto mínimo se debe a que los productos afectados representan tan solo alrededor del 5% de las exportaciones totales de la UE, y de estas, solo una pequeña fracción se exporta a Estados Unidos.

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *