El incremento en la valorización de los residuos del proceso es uno de los aspectos más destacados del comportamiento ambiental del sector papelero español.
Actualmente el 81% de los residuos de fabricación de la industria papelera se valorizan por distintas vías, según la Memoria de Sostenibilidad de la Industria del Papel editada por ASPAPEL. Las principales vías son la valorización energética –fundamentalmente en la propia fábrica–, el uso directo agrícola, el compostaje y su uso como materia prima en otras industrias (cementera, cerámica…).
La política de gestión de los residuos de proceso papelero consiste en, primer lugar, en su minimización, a través de los controlesl de calidad de la materia prima y de mejoras en el proceso de fabricación. Y, en segundo lugar, en su valorización en distintas aplicaciones. Sólo en el caso de que ninguna otra vía sea posible, se recurre a su eliminación en vertedero controlado.
No obstante, los residuos con destino a vertedero se han reducido de manera muy importante en los últimos años, pasando a representar del 35% en 2010 al actual 19%.
Hay que destacar el gran avance producido en el uso de estos residuos como combustible, fundamentalmente en la propia fábrica, que ha pasado de apenas un 3% en 2010 a casi el 28% actualmente.
En el ámbito de la fabricación, la filosofía de trabajo de la industria papelera se resume en dos líneas de actuación: innovación y eficiencia para fabricar papel con menos agua y menos energía. Y conversión de los residuos del proceso en recursos, profundizando en el uso en cascada de la materia prima, en simbiosis con otras industrias.
Otro aspecto destacable recogido en la Memoria de Sostenibilidad es que casi el cien por cien de la producción papelera en España (97%) se realiza bajo sistemas de gestión medioambiental (ISO o EMAS).