BIR insiste en que el comercio internacional de materias primas reciclables no debe restringirse porque «altera gravemente la economía circular global».
Tras la reciente votación plenaria en el Parlamento Europeo sobre la revisión del Reglamento relativo al traslado de residuos (RTR), La Confederación Internacional del Reciclaje (BIR) ha mostrado su preocupación por su posible impacto en la economía circular mundial.
Mientras que los movimientos intraeuropeos se ven claramente facilitados en la propuesta, BIR considera que las exportaciones a países fuera de la UE -países industrializados (OCDE) y países en desarrollo (no OCDE)- se verán considerablemente sobrecargadas por los acuerdos intergubernamentales y las inspecciones, auditorías y controles de las instalaciones en terceros países. Por otra parte, la preocupación mundial por la contaminación plástica llevará probablemente a prohibir las exportaciones de reciclables plásticos desde la UE, y además ha llevado a endurecer las condiciones de exportación de otros reciclables deseados por las industrias de todo el mundo.
La organización reclama al Consejo de Ministros de la UE que dé «otros pasos legislativos» antes de que aparezca el nuevo Reglamento. BIR advierte tanto a los gobiernos de los países de la OCDE como a los de fuera de la OCDE que miren cuidadosamente el impacto de estas leyes propuestas sobre las necesidades de material de sus propias industrias.
El presidente de BIR, Tom Bird, está convencido del daño potencial que esta normativa inflige a la industria internacional del reciclaje. «He mencionado muchas veces que, en mi opinión, estas regulaciones representan un proteccionismo de puerta trasera apenas disfrazado que pone a nuestra industria en peligro al tiempo que altera gravemente la economía circular global», afirmó tras conocer el resultado de la votación. «Debería estar meridianamente claro para todos que el comercio de materias primas vitales como los metales reciclados no debe restringirse, y BIR como organización sigue plenamente comprometida a garantizar exactamente eso: ¡el libre comercio de materiales reciclables en una economía circular global!, concluyó»