El informe Moda Circular elaborado por Micolet refleja que el 38% de las mujeres ya compran ropa de segunda mano, aunque las marcas de fast fashion siguen reinando en los armarios y reflejan una industria de la moda de usar y tirar.
El marketplace de ropa de segunda mano Micolet ha realizado un estudio de mercado a mujeres de entre 18 y 65 años de todo el territorio español para conocer sus hábitos de compra de prendas de vestir, y hasta qué punto existe en este campo un modelo que apunte a la sostenibilidad y la economía circular.
El estudio Moda Circular 2019 refleja una realidad de polos opuestos. Por un lado, el fast fashion domina absolutamente en los armarios, ocupándolos en un 65%, tanto en su versión High Street (Zara, Mango, ..) como Low Cost (Primark, Aliexpres,..). Además, este liderazgo se declara como totalmente afianzado ya que el 95% de las mujeres son compradoras habituales de fast fashion y entre ellas, un 83% dice tener intenciones de aumentar su gasto en dichas cadenas . Hoy en día, compramos con una visión cortoplacista, siendo la sensibilidad al precio y las ansias de renovar continuamente el armario los motores de nuestras compras.
El 95% de las encuestadas son habituales de fast fashion, siendo el precio y el deseo de renovar el armario los motores de las compras
Sin embargo, curiosamente, la población española se presenta como la más concienciada de Europa con el problema que ambiental y socialmente está generando la industria actual de la moda, y en especial el fast fashion. El 90% dice considerar importante la sosteniblidad a la hora de tomar decisiones de compra, 5 puntos por encima de la media europea, y el 15% ya toma decisiones de compra dando prioridad a la sostenibilidad. A pesar de ello, el 24% cree que , aunque le preocupe el impacto ecológico, la moda sostenible no está a su alcance , especialmente por culpa del precio.
Ante esta contradictoria situación, la realidad es que las ventas del fast fashion están al alza en nuestro país, pero el uso de las prendas ha decrecido un 36% en los últimos 15 años. La sobreproducción y su uso efímero hacen que la moda muestre signos de convertirse en una industria de “usar y tirar”. Solo el 6% compra con la intención de que las prendas duren más de 5 años, el 29% dice cansarse normalmente de las prendas al de 3 o 4 usos y el 57% admite no invertir demasiado tiempo y esfuerzo en el cuidado de sus prendas. Incluso, el 54% dice tener en su armario prendas que nunca ha usado y no tiene pensado usar.
La prestigiosa fundación Ellen Macarthur, en su informe “A new textiles economy”, atribuye la raíz del problema de la industria textil a su modelo lineal, porque como dice Celia Ojeda, responsable del programa de consumo de Greenpeace, “la prenda más sostenible es la que ya tienes en tu armario”.
Menos prejuicios con la ropa de segunda mano
La circularidad se presenta como la única solución ante el irrebatible dominio del fast fashion. El 38% de las españolas ya compran ropa de segunda mano, siendo este porcentaje casi el doble (el 70%) en la generación Z, la más joven. La ropa “preamada” ya muestra síntomas de haber superado el estigma social que algún día tuvo en España, encontrando su núcleo más fiel en las compradoras de lujo. Además, el 60% de las encuestadas admite que su percepción de este tipo de ropa ha mejorado en los últimos 5 años gracias a la prensa, las influencers y la mejora de la oferta.
Las mujeres están dejando de comprar para poseer, y un 20% ya piensa en revender una prenda a la hora de comprarla
La circularidad, también da respuesta a otra gran tendencia observada: el minimalismo. El exceso de prendas, hace que usemos nuestros armarios y tiempo de forma menos eficiente. Por eso mismo, el 40% de las mujeres dice querer reducir el tamaño de su armario, sin embargo, solo el 8,4% de las prendas se vende. El 79% de las encuestadas dicen que venderían la ropa que no usan, si tuviesen tiempo para gestionarlo. Como curiosidad, el día que se estrenó en Netflix la serie de la gurú del orden Marie Kondo, las peticiones de recogida de ropa en Micolet aumentaron un 300%, según explican sus responsables.
Según explican desde esta empresa -que recoge, selecciona, publica y almacena ropa hasta su venta-, las mujeres están dejando de comprar para poseer, y un 20% ya piensa en revender una prenda a la hora de comprarla. En ello han tenido mucho que ver influencers y celebrities como Alexandra Pereira, Paula Ordovás, Cristina Castaño o Ariadne Artiles.
Este fenómeno, se ha extendido especialmente en el norte del país (País Vasco, Navarra, La Rioja, Asturias y Cantabria), donde la población tiene más tendencia a darle una segunda vida a las prendas que ya no utiliza gracias al mercado de segunda mano. U es también en el norte dónde las compras de segunda mano tienen más éxito.
Micolet defiende que los beneficios ambientales de su modelo de negocio van más allá de la prevención de nuevos residuos textiles, y desde la firma aseguran que en sus 4 años de andadura ya ha ayudado a ahorrar más de 5 toneladas de CO2 y 1,9 millones de litros de agua.