Los defensores de esta medida estiman que se reducirá en miles de millones el número de bolsas de plástico que las grandes superficies entregan a sus clientes.
Los supermercados y grandes almacenes ingleses han empezado a cobrar cinco peniques (seis céntimos) por cada bolsa de plástico, una medida que tiene el objetivo de reducir los costes de la gestión de residuos y proteger el medio ambiente.
Esta iniciativa, que ya se aplica en las otras tres regiones del Reino Unido –Escocia, Gales e Irlanda del Norte–, obliga a los consumidores a llevar su propia bolsa o adquirir una al realizar su compra.
La medida, que entró en vigor el pasado 5 de octubre, ha sido bien recibida por los grupos ecologistas, si bien piden que este cobro también se aplique a los pequeños comercios puesto que solo las grandes superficies con 250 o más empleados estarán obligados a exigir el pago por las bolsas.
No obstante, los supermercados aún podrán facilitar bolsas de forma gratuita cuando el consumidor compre carne de vacuno, pollo o pescado, así como fármacos vendidos bajo receta médica.
El Gobierno confía en que esta medida permitirá reducir en un 80% el uso de las bolsas de plástico en los supermercados de Inglaterra.
Un portavoz del grupo ecologista “Friends of the Earth” señaló que el recargo reducirá en miles de millones la cantidad de bolsas que entregaban hasta ahora los supermercados de manera gratuita.
Se estima que el número de bolsas de plástico que los supermercados de Inglaterra entregan a los consumidores ha aumentado en 200 millones en los dos últimos años, hasta alcanzar los 7.600 millones en el último año, equivalente a 140 unidades por persona.
El viceministro de Medio Ambiente, Rory Stewart, dijo al respecto que “simples cambios en nuestros hábitos de compra, como llevar nuestras bolsas (…) pueden ayudar mucho a reducir el número de plástico en circulación, lo que significa que todos podemos disfrutar de un país más limpio”.
Fuente:
EFEverde