Una revisión de 3.000 estudios también sugiere que estas diminutas partículas plásticas suspendidas en el aire pueden estar causando además infertilidad masculina y femenina.
Los neumáticos y la basura en descomposición arrojan al aire diminutos trozos de plástico, denominados microplásticos, creando una forma de contaminación atmosférica que investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) sospechan que puede estar causando enfermedades respiratorias y de otro tipo.
Una revisión de unos 3.000 estudios implica a estas partículas en una serie de graves problemas de salud. Entre ellos se encuentran la infertilidad masculina y femenina, el cáncer de colon y una función pulmonar deficiente.
Las partículas también pueden contribuir a la inflamación pulmonar crónica, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón, según aseguran los investigadores.
«Estos microplásticos son básicamente contaminación atmosférica por partículas, y sabemos que este tipo de contaminación atmosférica es perjudicial», afirma Tracey J. Woodruff, doctora y profesora de obstetricia, ginecología y ciencias de la reproducción de la UCSF.
Woodruff dirige el Programa de Salud Reproductiva y Medio Ambiente (PRHE) y es la autora principal del estudio, publicado el pasado mes de diciembre en la revista Environmental Science & Technology.
Los microplásticos miden menos de 5 milímetros, menos que un grano de arroz, y están omnipresentes en el medio ambiente.
Cada año, empresas de todo el mundo producen cerca de 460 millones de toneladas métricas de plástico. Se prevé que esta cifra alcance los 1.100 millones en 2050. Una de las principales fuentes de plástico en el aire es el tráfico rodado. La fricción desgasta los neumáticos junto con la superficie de la carretera, enviando fragmentos de plástico al aire.
El documento es la primera revisión sistemática de microplásticos que utiliza métodos de referencia aprobados por la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.
La mayoría de los estudios de la revisión se basan en animales. Sin embargo, los investigadores afirman que es probable que las conclusiones también se apliquen a los humanos, ya que comparten muchas de las mismas exposiciones.
El estudio amplía un informe en el que los investigadores trabajaron el año pasado con el California State Policy Evidence Consortium (CalSPEC). El Consorcio incluye a expertos de todo el sistema de la UC y proporciona pruebas para los responsables políticos en el Estado de California.
«Instamos a los organismos reguladores y a los responsables políticos a que tengan en cuenta las pruebas cada vez más numerosas de los daños para la salud derivados de los microplásticos, incluido el cáncer de colon y de pulmón», afirma el doctor Nicholas Chartres.
Chartres, primer autor del estudio, dirigió el equipo científico y político de PRHE y actualmente trabaja en la Universidad de Sydney. «Esperamos que los dirigentes estatales tomen medidas inmediatas para evitar nuevas exposiciones».