El proyecto europeo CHEERS tiene como objetivo avanzar en la sostenibilidad de la industria cervecera, revalorizando los residuos de la producción infrautilizados en cinco nuevos productos: bebidas proteicas, productos de alimentación animal, desinfectantes, cosméticos y comida para mascotas.
Tras dos años de investigaciones y pruebas, el proyecto CHEERS, financiado por la UE y liderado por Mahou-San Miguel, junto a 14 socios de 5 países, ha presentado sus primeros resultados en la transformación de la industria cervecera hacia una mayor sostenibilidad.
El objetivo del proyecto es reducir el impacto medioambiental de la fabricación de cerveza a través de la revalorización de los subproductos y desechos del proceso de producción cervecera para obtener otros productos como bebidas proteicas, productos de alimentación animal, desinfectantes, cosméticos o comida para mascotas. En la consecución de estos objetivos el consorcio cuenta con la ayuda de insectos y bacterias.
El proyecto CHEERS tiene en construcción una planta en Alovera (Guadalajara) donde insectos de la especie Tenebrio molitor, un escarabajo harinero de alto valor nutritivo, se alimentarán del bagazo, un residuo sólido de la producción de cerveza. Con estos insectos, se producirán bebidas ricas en proteínas. Con la participación de Proteinsecta, Ainia, Mahou-San Miguel y Thunderfoods, ya se han iniciado los primeros ensayos de alimentación de insectos con bagazo a escala de laboratorio para lograr el escalado con el objetivo de valorizar hasta 40 toneladas al año.
Por otro lado, las bacterias anaerobias (que viven en ausencia de oxigeno) tienen capacidad para degradar todo tipo de residuos orgánicos convirtiéndolos en metano, CO2 y otros subproductos, de a los que, a su vez, se pueden obtener productos que vuelven a tener valor en cadenas económicas como la ganadería, la cosmética o la industria química.
El proyecto ya ha desarrollado el diseño de los biorreactores donde se producirá la digestión de los residuos de producción de la cerveza y se están realizando pruebas a escala de laboratorio, en las que participan Mahou-San Miguel, Syspro, UVA, Ainia, Genia Bioenergy y Aqualia, para definir los parámetros operativos que permitan ampliar a una escala industrial la transformación del CO2 en productos de alimentación animal y desinfección y obtener del biogás producido productos cosméticos o alimentos para mascotas.
El próximo paso del proyecto es instalar plantas piloto para producir 490 kg al año de ácidos grasos ricos en ácido caproico para piensos, 50 kg al año de cloro para soluciones desinfectantes, 20 kg al año de ectoína para su uso en fórmulas cosméticas y 482 kg al año de proteína microbiana (Single Cell Protein) para alimentos de mascotas, cantidades en escala de demostración, antes de pasar a la escala industrial en 2030.
Integración y proceso en cascada
El modelo de desarrollo del proyecto CHEERS se basa en un diseño y demostración del proceso en cascada (DSP), en el que se va ampliando el tamaño de las plataformas de pruebas para evaluar y garantizar su eficacia a largo plazo, hasta llegar a la escala industrial. En estos momentos se están realizando pruebas de laboratorio para poder ampliar los procesos descendentes para producir ácido caproico, hipoclorito, proteína microbiana (Single Cell Protein) y ectoína de forma sostenible y rentable. La construcción y el funcionamiento de las plataformas mencionadas y la integración de los procesos como biorrefinería están previstos para los próximos meses.
«Integrar la economía circular en una industria tradicional como la cervecera sigue siendo un gran reto», afirma Rubén Vera, coordinador medioambiental de Cambio Climático en Mahou-San Miguel y coordinador del proyecto CHEERS. «Sin embargo, con CHEERS estamos contribuyendo a dar un giro hacia la sostenibilidad en esta industria, en un contexto en el que es muy necesario un cambio social en el comportamiento ambiental para cumplir con el Green Deal de la UE».
[…] Fuente: residuosprofesional.com […]