La rapidez de las intervenciones de asistencia a naufragios y buques cisterna en problemas resulta clave para contener la contaminación y limitar posibles daños al medio ambiente. No obstante, hasta hace no demasiado tiempo existía una carencia de herramientas y sistemas adecuados que provocaba que los trabajos de rescate fuesen ineficientes. El desastre que supuso el accidente del Presige en la costa gallega en 2002 fue una trágica muestra de estas carencias.

Petrolero
El proyecto pretende hacer frente de forma eficaz a los vertidos de los petroleros. Foto: MrHicks46 en Flickr (cc)

Un proyecto europeo se propuso dar solución a esta deficiencia mediante el diseño y la validación de un método europeo de referencia que permita ejecutar intervenciones de modo veloz y rentable cuando exista el peligro de que un petrolero vierta su carga. El proyecto DIFIS («Double Inverted Funnel for Intervention on Shipwrecks») estudió formas de atajar los escapes de combustible y qué hacer con el que aún queda en los tanques. También estudió posibles soluciones para los petroleros hundidos a profundidades considerables.

Sus esfuerzos han generado un método apto para todo tipo de accidentes de barcos cisterna siempre y cuando el contaminante atrapado no se disuelva en el agua y su densidad sea menor a la de esta.

La solución propuesta a los vertidos de combustible se basa en la fuerza de la gravedad. En lugar de canalizar la mezcla de agua y combustible hasta la superficie directamente, donde los trabajos de recuperación pueden verse afectados por la meteorología, ésta se conduce hacia un contenedor y un separador intermedio situado entre unos treinta y cincuenta metros bajo la superficie del agua.

El contenedor cuenta con una estructura ligera, flexible y de instalación rápida que se mantiene en su posición hasta que todos los tanques del naufragio se vacían y desaparece el riesgo de contaminación. El contenedor intermedio posee un mecanismo que permite a los barcos transportadores recuperar el combustible con rapidez, siempre que la meteorología lo permita, mediante equipos como los de carga en instalaciones marítimas.

La cubierta del contenedor está fabricada con un material basado en tejidos y el tubo ascendente de tuberías flexibles y cable sintético de gran resistencia. La campana intermedia se sitúa a unos cincuenta metros bajo la superficie del agua, por lo que no se ve afectada por las olas. Además posee una flotación suficiente como para mantener la tensión del tubo ascendente y mantener el sistema en su posición.

Procedimiento en caso de vertido

En la práctica, tras localizar el barco hundido, se envía un submarino autónomo controlado a distancia para investigar la situación y determinar la profundidad, la orografía del fondo, las propiedades del suelo y las condiciones en cuanto a las corrientes. Acto seguido se sitúan en el fondo varios bloques de cemento a modo de ancla mediante un buque dotado de una grúa o un cabrestante con capacidad suficiente.

La cubierta doblada se transporta hasta el emplazamiento a limpiar en una gabarra. Dicha cubierta se sitúa en el agua junto al buque instalador para conectarla con la primera sección del tubo ascendente, el cual se monta añadiendo secciones gradualmente. A medida que aumenta la longitud del tubo, la cubierta desciende hasta situarse cerca del naufragio. Tras desplegar la cubierta, se conecta la campana intermedia al tubo ascendente y se desconecta el sistema del barco instalador.

Una vez en posición, el sistema DIFIS es completamente pasivo y no precisa de un operario humano. Los trabajos de descarga pueden programarse del mismo modo que inspecciones periódicas destinadas a garantizar la integridad del sistema. Dado que el sistema DIFIS debe permanecer instalado durante periodos prolongados de tiempo, se ha diseñado para que sea capaz de soportar entornos adversos.

Los exámenes rigurosos a los que ha sido sometido no devolvieron ningún tipo de comportamiento inesperado durante su funcionamiento y la cubierta permaneció intacta. Además, se consideró que la campana intermedia está situada a una distancia adecuada bajo la superficie del mar. El comportamiento del sistema de DIFIS durante su descarga también cumplió las expectativas.

Fuente:
Agencia Cordis

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