Ante las bajas tasas de reciclaje de los envases de lácteos, que no superan el 10-15%, el proyecto BIOBOTTLE pretende crear nuevos recipientes biodegradables que puedan ser desechados junto con la basura orgánica.
El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) coordina desde el pasado mes de mayo las investigaciones de un grupo de siete empresas y centros tecnológicos que desarrollan nuevos materiales para la fabricación de envases biodegradables para productos lácteos. Se trata del proyecto europeo BIOBOTTLE, cuyo objetivo es la creación de botellas multicapa y monocapa, así como de bolsas para el envasado de productos lácteos que al final de su breve vida útil no requieran la separación del resto de residuos orgánicos.
En la actualidad, los países europeos son los mayores consumidores en todo el mundo de productos lácteos, con una media de 261 kilos al año por habitante, según datos de la FAO correspondientes a 2011. Esto supone la generación de un volumen muy importante de residuos, principalmente botellas de polietileno de alta densidad. Este material es completamente reciclable, y su gestión postconsumo no debería suponer un problema, pero la realidad es que es un residuo del que solo se recicla entre un 10% y un 15%, según datos de 2012.
Las botellas y bolsas de leche son un envase de un solo uso, por ese motivo se genera un gran volumen de residuos. Además, en su reciclado se requiere un exhaustivo lavado a alta temperatura para eliminar cualquier resto de producto y por tanto posteriores olores. Por todo ello, resulta muy interesante para la industria láctea, y un valor añadido para los fabricantes, la elaboración de envases que una vez usados puedan ser desechados junto con el resto de basura orgánica.
Para ello, AIMPLAS y el resto de socios de BIOBOTTLE trabajan en el desarrollo de un material biodegradable que permita elaborar desde botellas multicapa de gran formato o bolsas como las de leche o batidos, así como botellas monocapa de menor tamaño como las que se emplean para envasar los probióticos.
Biodegradable y resistente a la esterilización y pasteurización
Una de las principales dificultades a las que se enfrentan los investigadores del proyecto es lograr un material que además de ser biodegradable cumpla los mismos requisitos que los envases convencionales empleados en la actualidad, incluyendo la resistencia a tratamientos térmicos como los de esterilización o pasteurización. Para ello, se ha previsto modificar los actuales materiales biodegradables comerciales mediante extrusión reactiva, con el objetivo de superar las limitaciones térmicas que presentan en la actualidad dichos materiales.
BIOBOTTLE es un proyecto europeo dentro del Séptimo Programa Marco que cuenta con un presupuesto de un millón de euros, en el que junto a AIMPLAS participan un total de siete empresas y centros tecnológicos de cinco países distintos: Alemania (VLB), Bélgica (OWS), Italia (CNR), Portugal (VIZELPAS y ESPAÇOPLAS) y España (ALMUPLAS y ALJUAN).